Cómo saber si tienes un trastorno en la conducta del sueño
En los últimos veinte años, coincidiendo con la llegada del siglo XXI y la democratización de Internet, la sociedad mundial ha experimentado numerosos cambios. Entre ellos, una mayor concienciación respecto a su propia salud. Ahora somos más conscientes de la importancia de ciertos aspectos de nuestro cuerpo, como la salud mental, la importancia del deporte, lo indispensable de las condiciones alergénicas y la detención de enfermedades o molestias a las que antes no prestábamos atención. Por ejemplo, el trastorno de la conducta del sueño.
¿A qué llamamos trastornos en la conducta del sueño?
El nuevo ritmo de vida, con mayor conciliación familiar y social, mayor presión laboral o ambiciones académicas, nos han llevado a sufrir nuevas patologías. Y no es que antes no existiera la ansiedad o el insomnio, es que no se le prestaba tanta atención. Afortunadamente, nos hemos concienciado al respecto y, solo en el ámbito del descanso, somos capaces de detectar ciertos síntomas y activar nuestro sistema de alarma.
Entre los trastornos del sueño más comunes, encontramos el insomnio, la narcolepsia, los ronquidos, la apnea del sueño, la hipersomnia, sonambulismo, terrores nocturnos infantiles, síndrome de las piernas inquietas y las diferentes parasomnias. En definitiva, patologías que no resultan graven per se, pero sí suponen una serie de consecuencias a nuestra salud mental y física.
Sufrir cualquiera de estos trastornos del sueño anteriormente comentados, implica despertarnos cansados, de mal humor y pagar ese agotamiento físico con un peor rendimiento laboral, académico o social.
Los trastornos en la conducta del sueño más comunes y sus diferentes causas
Los trastornos en la conducta del sueño encuentran sus orígenes en diversas causas. Pueden derivarse de otras patologías y enfermedades. Repasamos uno a uno para facilitar su diagnóstico:
Insomnio:
Es el trastorno más común. Se produce cuando tenemos serias dificultades para conciliar el sueño y, en general, nos ocasiona noches en vela o con muy pocas horas de descanso. Entre las diferentes causas que lo provocan, encontramos problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión, pero también patologías como el hipertiroidismo.
Síndrome de las piernas inquietas
Si sufres una especie de hormigueo en el interior de las piernas y movimientos que no puedes controlar mientras estás durmiendo, seguramente padezcas síndrome de las piernas inquietas. Esta parestesia puede ser una derivación de alguna anemia, algún tipo de diabetes, insuficiencia renal o, más grave, el Parkinson.
Sonambulismo
Más común durante la infancia, el sonambulismo es el trastorno que lleva al durmiente a caminar mientras duerme.
Terrores nocturnos y pesadillas
También muy asociado a nuestra niñez, estos episodios de terror nos hacen despertar entre lágrimas y gritos. Aunque pueda parecer menos grave para nuestra salud física, hay que saber reconducirlo porque la agitación que provoca puede derivar en problemas psicológicos.
Apneas del sueño y ronquidos
Uno de los trastornos en la conducta del sueño más comunes. Aunque afecta en mayor medida a los varones de más de 40 años con sobrepeso, se puede producir en cualquier persona. Su origen se encuentra en una obstrucción de la faringe mientras dormimos, lo que provoca que no pueda pasar el aire, derivando en ronquidos e interrupciones de la respiración.
Hipersomnia
Este trastorno nos lleva a tener más sueño del habitual, aumentando hasta un 25% las horas que necesitamos dormir. Entre las diferentes causas encontramos la propia apnea del sueño, la ingesta de hipnóticos, antihistamínicos y otros medicamentos a enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
Narcolepsia
Se produce cuando nuestro sistema nervioso provoca una somnolencia tan grave que se deriva en una especie de ataque del sueño durante el día. Seguramente, el origen en sí esté provocado por una hipersomnia.