Cómo influye el orden del dormitorio en tu estado de ánimo
¿Qué pasaría si, cada vez que entrarás en casa, tu estado de ánimo decayera debido a cómo la tienes decorada o a su organización? El interiorismo y la decoración no son artes y técnicas que aparecieron y viven un boom porque sí. Si tienen tanto éxito, y cada vez queremos saber más para poner orden en nuestra vivienda y nuestro dormitorio, es porque ambos conceptos influyen en cómo nos vamos a sentir en el hogar.
No solo el orden y la organización marcarán ese bienestar que puede convertirse en felicidad. Existen otros elementos como los colores, la iluminación o incluso las plantas que pueden impregnar nuestros hogares de ese confort y descanso que tanto anhelamos en el día a día.
5 factores del dormitorio que influirán en nuestro bienestar y descanso
Hasta ahora, es posible que asociaras la decoración con el hecho de crear un ambiente que estuviera apegado a una moda o a una corriente. Sin embargo, el interiorismo es un arte tan desarrollado que es capaz de cambiar nuestro estado de ánimo.
Cada mueble, cada color con el que pintamos las paredes o los objetos de decoración más pequeños van a influir en nuestro cerebro. Si elegimos bien y acertamos, nos provocarán confort, seguridad, relajación e incluso pueden estimular nuestra creatividad. Y si ponemos el foco solo en la habitación, nos conducirá al mejor de los descansos.
1. Los colores
Empezamos por el elemento más obvio: el color. O, mejor dicho, colores. Si algo claro hemos de tener, es que debemos jugar con diferentes tonos según la estancia del hogar. Por eso, lo ideal es apostar por colores más vivos en el salón y tonos más fríos y acogedores en la habitación. ¿Por qué?
Los colores saturados son más agresivos pueden generar ansiedad. En este ámbito incluiríamos ejemplos como el rojo y el naranja. En ese caso, nunca los elegiríamos para nuestro dormitorio principal.
Tampoco apostaríamos por colores oscuros, los cuales pueden apagar nuestro estado de ánimo y provocar una sensación claustrofóbica. Descartando estos ejemplos también, los colores ideales para nuestra habitación son aquellos que generan sentimientos cercanos a la calma, el confort, la tranquilidad y la serenidad. Es decir, tonos fríos como el verde, el azul o el malva. Obviamente, te aconsejamos que lo combines con el blanco para que la luminosidad sea la adecuada durante el día.
2. La luz
Precisamente, la luz es el siguiente elemento clave que integra el orden de nuestras viviendas y cuya importancia es vital en nuestro estado de ánimo. Entrar en un piso oscuro y donde apenas entran los rayos del sol, es sinónimo de tristeza y depresión. Un constante “sácame de aquí” que no beneficiará nuestro confort y, por ende, nuestro descanso.
Si nuestro dormitorio cuenta con una buena ventana por donde entra una cantidad importante de luz durante el día (algo que debemos hacer extensible con el resto de la casa), nuestros niveles de energía se incrementarán. Y, por el contrario, si nuestro hogar no recibe rayos de luz durante el día, es más probable que habitemos un lugar triste.
El consejo que efectuamos desde Maxcolchon es el de organizar las estancias de tal manera que remen a favor de la entrada de luz natural por las ventanas. Y, por supuesto, acompañar los rayos del sol con la luz artificial en forma de lámparas.
3. El orden y la limpieza
Aquí se unen dos factores estrechamente ligados. El orden y la limpieza deben erigirse como los cimientos de cualquier vivienda. Para ello, no solo hay que intentar dedicar unos minutos al día a efectuar las tareas del hogar necesarias, sino que deberíamos deshacernos de todos esos objetos que no están aportando nada o ya no utilizamos.
Los espacios ordenados y limpios ayudan a nuestro confort y paz mental. Lo contrario, habitaciones sucias y desordenadas, generan estrés y ansiedad. Apuesta por la distribución armoniosa de cada habitación, limpia la suciedad y consigue ese espacio ordenado que te aporte paz y relajación.
4. El exceso de decoración
Siguiendo un poco la premisa del punto anterior, la sobre decoración y los hogares donde cada estancia, rincón, habitación y mueble están cargado de objetos de índole decorativo, nos introducen en una sensación de agobio muy similar al estrés.
La acumulación aleatoria y cargada de objetos no tiene nada que ver con la decoración. Sin embargo, tampoco debemos quedarnos cortos, ya que una habitación 100% minimalista puede generar una sensación de vacío y tristeza. En el punto medio entre ambos extremos encontraremos un equilibrio emocional. Y aunque pueda parecerte contradictorio con el punto anterior sobre la limpieza, tener libros, fotografías y objetos personales repartidos por la casa pueden ayudar a generar ese sentimiento de hogar tan necesario.
5. Las plantas
Por último, las plantas. El poder que solo otorga la naturaleza también lo podemos alcanzar en nuestra propia casa. Las flores, las plantas e incluso los jarrones con flores secas no solo aportarán ese punto cálido, sino que conseguiremos un hogar con vida que repercutirá para bien en nuestros niveles de estrés y ansiedad. Además, las plantas pueden ayudarnos a mejorar nuestra productividad y concentración.
Y, sobre todo, aportarán vida y calidad en el aire.