Sueño y Longevidad: Claves para Dormir Mejor y Vivir Más
Desde el principio de los tiempos hay una cosa que los humanos tenemos segura: nuestra existencia tiene fecha de caducidad como el resto de seres vivos de nuestro planeta. Y aunque no es un tema nuevo, en los últimos años, asistimos a un interés creciente por conocer si existe algún modo para vivir más años, es decir, ser más longevos.
¿Cuánto puede vivir un ser humano?
Es una pregunta sobre la que no tenemos respuesta cierta, aunque algunos investigadores estiman que podríamos llegar a vivir hasta los 150 años. Al margen de esos modelos teóricos, sí tenemos datos reales que nos indican que cada vez vivimos más, y que la esperanza de vida ha aumentado mucho en el último siglo en los países desarrollados. En España, mientras que en 1900 era de unos 33,8 años para los hombres y 35,7 para las mujeres, a mitad de siglo XX la esperanza de vida se había duplicado. Los datos de 2022 indican una media de 80,4 y 85,7 a los para hombres y mujeres respectivamente. Estas cifras sitúan a España entre los países más longevos, y contamos la mujer más longeva del mundo, María Branyas, que el pasado mes de marzo cumplió nada menos que 117 años.
¿Cuál es la fórmula que nos ha hecho aumentar tantos años la esperanza de vida?
A día de hoy, sabemos que son muchos los factores que han posibilitado que vivamos muchos más años que nuestros abuelos. Entre todos ellos, destacan la mejora de la nutrición, las condiciones de vida y de trabajo en general, así como la asistencia sanitaria, unida al desarrollo de fármacos (vacunas, antibióticos, etc..) y por supuesto, hábitos más saludables. Diríamos en general que el desarrollo y el progreso nos ha hecho vivir más años. Y aunque es innegable que la genética, la herencia, tiene también un papel importante para llegar a ser centenario, no lo es todo. El estilo de vida es un factor muy importante, y puede resultar determinante para cumplir años.
¿Y qué pasa con el sueño? ¿Dormir ayuda a ganar años a la vida?
Si hablamos de estilos de vida y hábitos saludables, el sueño ocupa un papel fundamental. Los investigadores parecen tenerlo claro: dormir y hacerlo bien, es una de las actividades más importantes que hemos de cuidar para gozar de una larga vida.
Hablamos de dormir la cantidad necesaria que cada uno tiene, según su edad y naturaleza, pero además hemos de tener un sueño de calidad. Y al hablar de calidad, nos referimos a un sueño que ha de pasar por diferentes niveles de profundidad y etapas a lo largo de la noche.
Peter Atria, un reconocido experto e investigador sobre longevidad, habla de la existencia de cuatro grandes amenazas para la salud, que él denomina los “cuatro jinetes” y que son:
- Las cardiopatías
- El cáncer
- Las enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, demencias)
- La diabetes tipo 2
Estos “cuatro jinetes”, tienen algo en común, y es que sabemos que el sueño actúa como un agente protector frente a todas y cada una de esas enfermedades. Y es que un sueño reparador, está relacionado con un mayor nivel de salud, y una menor probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas asociadas a la edad. En definitiva, un buen sueño nos lleva a un envejecimiento más saludable y, por tanto, más largo, añadiendo años a nuestra vida.
Por eso cuando hablamos de sueño no hablamos solo de descanso, sino de salud. Y aunque las investigaciones sobre la longevidad son todavía recientes y escasas, sí podemos decir que, tanto en cuanto un buen sueño vela por nuestra salud, está contribuyendo a aumentar nuestra esperanza de vida.
¿Qué puedes hacer para tener un sueño suficiente y de calidad que cuide de tu salud?
Antes de nada, déjame decirte que nunca es tarde para empezar a cuidar tu sueño, pero es indudable que cuanto antes comencemos a cuidarlo, si es que lo hemos descuidado, mayores beneficios tendremos de cara a un envejecimiento longevo y saludable.
Al hablar de un sueño suficiente hablamos de cantidad, es decir, horas de sueño.
- Procura dormir la cantidad de horas que necesites cada día, sin robar horas de sueño para dedicarlas a otras actividades.
- Cada persona tiene una necesidad de tiempo de sueño propio, pero por regla general son unas 7-9 horas para adultos, y 7-8 horas para adultos mayores.
Decimos que gozamos de un sueño de calidad cuando dormimos sin interrupciones, pero sobre todo profundamente. A lo largo de la noche nuestro sueño va pasando por diferentes etapas que llamamos sueño ligero, profundo y sueño REM. El consumo de algunas sustancias, así como malos hábitos, pueden afectan a la calidad de tu sueño.
- Intenta evitar el consumo de alcohol por la noche o al menos 6 horas antes de dormir, pues afecta a las etapas de sueño profundo y sueño REM.
- El consumo de ciertos fármacos, como las benzodiacepinas, afectan también a la profundidad del sueño, por ello debería evitarse un uso continuado o crónico.
- Mantén una buena higiene del sueño. Algunos hábitos como dormir en oscuridad, una vez realizada la digestión, o el ejercicio físico, por ejemplo, ayudan en mayor o menor medida a lograr un sueño profundo y reparador.
Así que ya lo sabes, aunque el cumplir muchos años “venga de familia”, la genética no es todo.
Y frente a tratamientos antienvejecimiento dudosos y carísimos, tienes un plan real y gratuito que puedes disfrutar desde tu casa y tu colchón. Porque cuidando tu sueño, cuidas tu salud y aumentas tu longevidad. ¡A dormir, a soñar, y a vivir muchos años!