Sueño animal: ¿los animales tienen pesadillas?

Jul 3, 2022 | CURIOSIDADES, ANIMALES | 0 Comentarios

¿Sueñan los animales? Y en caso afirmativo, ¿también tienen pesadillas como los humanos? Si ya nos cuesta entender que se esconde detrás del mundo de los sueños, la concepción respecto a la de nuestra mascota puede resultar más complicada que la del concepto de infinito. Intentamos arrojar luz sobre uno de los grandes misterios de la naturaleza.

Así fue como la ciencia demostró que los animales también sueñan

Cualquier aspecto relacionado con el ámbito del sueño es misterioso y enigmático. Un campo en constante exploración desde que, en la década de los años 50, la ciencia comenzara a estudiarla más detenidamente. Tras las teorías de psicoanalistas como Sigmund Freud, la psicología halló en este terreno un nuevo campo que analizar. Y aquello derivó en científicos decantándose por el estudio sobre el sueño de los animales.

Fue justo en esa época cuando diversos científicos encontraron evidencias de que, al menos, muchos mamíferos y algunas clases de ave tenían la capacidad de soñar.

El descubrimiento partió del propio estudio científico respecto al sueño de los humanos. Cuando en 1953 se descubrió lo que hoy en día conocemos como fase REM, se puede esclarecer en qué consistía la etapa del sueño donde se produce el movimiento ocular rápido. Básicamente, hablamos de una parte de nuestro descanso donde los ojos no paran de moverse de manera compulsiva de un lado a otro y en la cual se registra una gran actividad cerebral.

Establecida la fase REM en los humanos y, por tanto, aclarado el misterio de que es la etapa del sueño donde se producen la actividad onírica, la ciencia puso su mirada e interés en los animales. ¿Serían capaces de soñar también?

La ciencia comenzó así a estudiar diferentes especies. Y descubrió que no solo los más parecidos biológicamente a los humanos mostraban durante la fase del sueño de movimiento ocular rápido una actividad cerebral, también otra clase de fauna: reptiles, mamíferos, aves… ¡hasta ornitorrincos! Los estudiosos de la materia hallaron similitudes con los humanos en la actividad eléctrica que los cerebros de estos animales emitían durante la fase REM. La conclusión era obvia: si para las personas significaba una recreación onírica, también para ellos.

Desde que el estudio del sueño animal comenzó a mitad de los años 50 han pasado más de cinco décadas y hasta un cambio de siglo. Y por el camino, decenas de estudios que reafirman la teoría de que nuestras mascotas son capaces de soñar.

Entre ellos encontramos el más completo y paradigmático del año. Se produjo en el año 2001 y los responsables fueron los científicos que trabajaban para la revista Neuron. El experimento consistió en comparar dos patrones cerebrales de una serie de ratas. En un lado, ratas experimentando la fase REM. En el otro, las mismas ratas corriendo por su laberinto. El resultado fue tajante: compartieron la misma actividad cerebral.

Los animales tienen pesadillas

Entonces, ¿los animales tienen pesadillas también?

Si tienes un perro como mascota, seguro que has comprobado más de una vez como emiten pequeños ladridos agudos, sufren compulsiones y hasta gruñen. Es bastante obvio que se encuentra en ese momento en la fase REM de su sueño.

Si bien es cierto que ni la ciencia médica ni la psicología ha podido esclarecer aún los motivos que se esconden detrás de las pesadillas, la lógica nos lleva a pensar que los animales también pueden sufrirlas.

En el caso de las personas, se ha podido determinar ciertos factores de índole psicológico que pueden estar en el origen de las pesadillas. Básicamente, nuestros mayores miedos (profundos y oscuros o no), se esconden detrás de ellas. Sería lógico pensar que lo mismo ocurre con los animales.

Mientras dormimos, el cerebro procesa toda la información experimentada durante el día. Para los seres humanos, las malas experiencias se convierten en miedos y, por tanto, en caldo de cultivo para las pesadillas. Lo mismo sucede con nuestros perros y gatos.

Los animales pueden recrear situaciones cotidianas negativas y transformarlas en pesadillas. Experiencias relacionadas con el hecho de buscar comida, ser abandonados o perseguidos.