Por qué las personas mayores no pueden seguir una rutina de sueño

Jun 11, 2020 | TERCERA EDAD

Las personas mayores suelen tener serios problemas para conciliar el sueño por las noches, lo que repercute en su estado de salud. La rutina del sueño en personas mayores se ve afectada por una mayor necesidad de dormir durante el día, lo que conlleva muchas veces echar unas cabezadas o pequeños descansos que en nada favorecen un adecuado sueño nocturno a la hora de irse a la cama. Es habitual que, durante la tercera edad, las personas se despierten durante la noche una gran cantidad de veces entorpeciendo el sueño.

A continuación, te vamos a mostrar algunos de las principales causas de la falta de sueño, así como unos consejos para que la rutina de sueño de las personas mayores sea la más adecuada.

Causas y síntomas de malas rutinas del sueño en personas mayores

Algunas causas de los trastornos del sueño en personas mayores pueden relacionarse con enfermedades neurológicas como el Alzheimer —en sus casos más graves— y también con patologías relacionadas con la edad, como problemas digestivos, insuficiencia cardíaca, ansiedad y depresión.

En muchos casos el sedentarismo es también una causa de la falta de sueño. Las personas mayores deben practicar algún tipo de ejercicio (siempre dentro de sus posibilidades): caminar durante unos 45 minutos al día puede ser suficiente para regular el cuerpo y las horas de sueño.

La tercera edad es una etapa de la vida en la que suele ser necesaria la toma de diferentes medicamentos, pudiendo tener alguno de ellos unos efectos secundarios que afectan a la calidad del sueño.

Por último, las personas mayores suelen tener también una mayor necesidad de orinar, por lo que las continuas idas y venidas nocturnas al baño se convierten en enemigas del descanso.

Consejos para una buena rutina del sueño en personas mayores

La higiene del sueño en personas mayores puede lograrse siguiendo unas sencillas pautas que, en muchas ocasiones, proporcionan unos grandes resultados.

Realizar ejercicio físico

Como ya hemos indicado, el sedentarismo es un gran enemigo del sueño. Caminar, gimnasia pasiva, pilates, yoga… cualquier tipo de actividad física será muy positivo para recuperar la rutina del sueño en las personas mayores. Nunca hay que realizarlo en las horas inmediatamente anteriores a irse a la cama.

Cuidado con las necesidades fisiológicas

Hay que cenar de una forma ligera, intentando no ingerir ningún alimento ni líquido durante las dos horas anteriores a irse a la cama. Tener la vejiga vacía impedirá las molestas visitas nocturnas al baño, permitiendo un descanso más continuado y apacible.

Evitar sustancias excitantes

Nada de café, té o refrescos más allá de la media tarde (y con mucha moderación en las horas anteriores). Por supuesto, hay que alejarse absolutamente del tabaco, que además de ser nefasto a cualquier edad, no relaja en absoluto, como cree mucha gente, sino que es un poderoso excitante.

No beber alcohol

El alcohol nunca es sano —y tampoco es bueno para dormir—, como piensan muchas personas. El efecto adormecedor de las bebidas alcohólicas se limitan al muy corto plazo, siendo perjudicial para el sueño a las pocas horas. Además es deshidratante, por lo que las posibilidades de despertarse a media noche por la sed son muy altas.

Siestas cortas

Nunca deben superar los 30 minutos. En este lapso de tiempo son muy positivas para afrontar el resto del día con energía, pero cuando son más largas van en detrimento del sueño nocturno.

 

Siguiendo estos consejos la rutina del sueño de las personas mayores será la adecuada. Es también fundamental el uso de colchones y almohadas de calidad y que se adapten a sus necesidades.