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Elegir la cama perfecta para un dormitorio juvenil es mucho más que una cuestión estética. Se trata de encontrar una opción funcional, cómoda y adaptada a una etapa de la vida en la que las necesidades cambian constantemente. Una cama adecuada no solo garantiza un buen descanso, también contribuye al orden, la concentración y el bienestar general del adolescente.
En este artículo te damos las claves para saber cómo elegir la mejor cama para dormitorios juveniles, teniendo en cuenta el espacio, la edad, la funcionalidad y el estilo del dormitorio. Porque elegir bien es una inversión en descanso y calidad de vida.
Elegir una cama para un dormitorio juvenil implica tener en cuenta varios aspectos prácticos y personales que afectarán al descanso, al orden del espacio y al día a día del adolescente.
Antes de comprar cualquier cama, mide bien la habitación. Hay que fijarse en el hueco para la cama y en el espacio que quedará libre para moverse, estudiar y guardar objetos. Si el dormitorio es pequeño, valora opciones como camas nido o con almacenaje. En espacios más amplios, una cama individual grande o incluso una cama doble puede ser la mejor opción.
Un preadolescente no tiene las mismas rutinas ni prioridades que un joven de 17 años. Si es una etapa de mucho crecimiento, puede interesarte una cama evolutiva. Si se pasa mucho tiempo estudiando o recibiendo visitas, una cama funcional o tipo sofá puede aportar versatilidad.
Un buen descanso es fundamental en la adolescencia. Por eso, es importante fijarse en la firmeza del colchón, la altura de la cama y su capacidad para adaptarse al cuerpo. La cama debe facilitar un sueño reparador y evitar dolores posturales.
El dormitorio es un reflejo de la personalidad del adolescente. Elige una cama que encaje con el estilo general de la habitación y con los gustos de quien la va a usar. Materiales, formas y colores pueden hacer que ese espacio se sienta realmente propio.
Invertir en calidad es invertir en descanso. Una estructura sólida, materiales resistentes y acabados cuidados garantizan que la cama dure años sin perder funcionalidad ni seguridad.
Si el dormitorio tiene pocos metros, una cama con almacenaje integrado puede marcar la diferencia. Cajones, canapés abatibles o estructuras modulares ayudan a mantener el orden sin perder estilo ni confort.
El mercado ofrece una gran variedad de modelos adaptados a diferentes necesidades, espacios y estilos.
Son la opción clásica, perfecta para habitaciones amplias y adolescentes que prefieren simplicidad. Ofrecen libertad a la hora de combinar con otros muebles y permiten una mayor personalización.
Las camas nido son deales para quienes reciben visitas o comparten habitación de forma ocasional. La segunda cama se guarda de forma compacta bajo la principal, aprovechando el espacio sin restar comodidad.
Una solución genial para habitaciones pequeñas o compartidas. Las camas altas liberan espacio en la parte inferior para instalar escritorios, armarios o zonas de juego. Las literas, por su parte, duplican el uso del suelo sin sacrificar confort.
Diseñadas para espacios que necesitan orden. Cajones inferiores, canapés o módulos laterales permiten guardar ropa de cama, libros o ropa de temporada sin ocupar espacio adicional.
Estas camas ofrecen un doble uso: cama por la noche y zona de estar durante el día. Son perfectas para adolescentes que buscan un rincón acogedor donde leer, ver series o recibir amigos.
Pensadas para acompañar el crecimiento. Se ajustan en tamaño y, en algunos casos, también en forma. Son una opción práctica y sostenible a largo plazo.
Una cama no está completa sin los elementos que la hacen cómoda, práctica y adaptada al día a día del adolescente. Desde el colchón hasta la ropa de cama, todos los elementos deben remar a favor del confort.
Los adolescentes necesitan colchones que se adapten a su peso y a sus cambios físicos. Lo ideal es elegir un modelo con buena transpirabilidad y firmeza media. En este sentido, materiales como la viscoelástica, el látex o las versiones de muelles ensacados ofrecen soporte y confort. Es importante también que el colchón tenga tratamientos higiénicos y que se adapte a la estructura de la cama elegida.
La almohada debe adaptarse a la postura de descanso habitual (de lado, boca arriba…) y tener una altura adecuada para mantener alineada la columna. En cuanto a la ropa de cama, es recomendable optar por tejidos resistentes, frescos y fáciles de lavar, como el algodón o la mezcla de poliéster y algodón. Y para reforzar la sensación de espacio personal, añadir cojines o una manta decorativa se erigen como grandes opciones.
Mesitas de noche, luces de lectura, cajas organizadoras o estanterías complementan el espacio y aportan funcionalidad. Un buen diseño también hace que el día a día sea más cómodo y ordenado.
Para encontrar la mejor cama juvenil, lo ideal es acudir a tiendas especializadas que ofrezcan asesoramiento personalizado y opciones pensadas para cada etapa de crecimiento. En Maxcolchon, por ejemplo, encontrarás modelos adaptables, colchones juveniles de última tecnología y equipos de descanso orientados al día a día real de los adolescentes.
Saber cómo elegir la mejor cama para dormitorios juveniles garantiza una buena compra, mejora la calidad del descanso, la organización y el bienestar del adolescente.
Analiza bien el espacio, escucha las necesidades de tu hijo o hija, y elige una opción que combine funcionalidad, comodidad y estilo. Porque dormir bien y sentirse a gusto en el propio espacio también forma parte del crecimiento.
El tamaño estándar suele ser 90 cm de ancho, aunque si hay espacio disponible, una cama de 120 cm o incluso una cama doble (135 cm) puede ofrecer mayor comodidad.
Modelos como Chipre o One son ideales por su adaptabilidad, transpirabilidad y firmeza equilibrada. Acompañan bien el crecimiento y ofrecen descanso reparador.
Apuesta por camas con almacenaje (como canapés o cajones), estructuras elevadas o camas multifuncionales con escritorio o estantería integrados.
Sí, especialmente si el espacio es limitado. Un canapé o cajones inferiores ayudan a mantener el orden sin necesidad de más muebles.
Dependerá tanto del espacio disponible como de la edad y preferencias de los adolescentes. Si la habitación es pequeña o tiene un techo alto, una litera es una opción eficaz para ganar superficie útil sin perder comodidad. Hoy en día existen literas modernas, seguras y con diseños que encajan en todo tipo de estilos juveniles. si se dispone de algo más de espacio, una cama nido puede ser más versátil: ofrece dos camas en el mismo hueco cuando se necesita, pero permite liberar espacio durante el día.
En Maxcolchon llevamos más de dos décadas dedicándonos a mejorar la calidad del descanso de miles de personas. Nuestro equipo está formado por especialistas en sueño, ergonomía y producto, que trabajan día a día para ofrecer información veraz, práctica y basada en la experiencia real de quienes conocen el descanso por dentro y por fuera.