El insomnio durante el embarazo

Dic 28, 2019 | MATERNIDAD, MUJER

Durante el embarazo, se producen cambios importantes en el organismo que provocan a su vez cambios en la vida diaria de la persona en cuestión. Así, es común que las embarazadas presenten trastornos del sueño durante el embarazo, como puede ser el insomnio.

La duración del sueño y los cambios relacionados con la calidad en el embarazo pueden deberse a muchos mecanismos: cambios hormonales, fisiológicos, metabólicos, psicológicos y posturales.

Por ejemplo, al parecer, durante el primer trimestre de embarazo, se produce un aumento de los niveles de progesterona que puede causar excesiva somnolencia durante el día, disminución del tono muscular, mayor riesgo de apnea del sueño, ronquidos e interrupciones en el descanso.

Los viajes frecuentes al baño, las náuseas y los vómitos, las molestias relacionadas con el embarazo como el dolor de espalda, los movimientos fetales y el reflujo gastroesofágico también pueden afectar a la calidad del sueño.  Y es que estas alteraciones en el sueño no solo afectan al descanso de la embarazada, sino que también pueden afectar a su salud en general así como su calidad de vida, e influir negativamente en los resultados obstétricos.

El insomnio en el embarazo

La mayoría de las mujeres experimentan insomnio durante el embarazo. Algunas investigaciones refieren tasas de hasta el 80% de las mujeres afectadas por el insomnio durante el embarazo. Parece que este empeora especialmente en el tercer trimestre.

En las embarazadas, el insomnio tiene ciertos efectos diurnos que disminuyen su calidad de vida. Algunos de estos son la hipersomnia (tener mucho sueño), fatiga o cambios en el humor. Pero el insomnio no sólo afecta a la embarazada, sino también a su entorno: puede darse que estos cambios de humor se trasladen a la relación de pareja e interfieran también en el vínculo madre-bebé.

Además, las alteraciones del sueño en el tercer trimestre se asocian también con una mayor percepción del dolor del parto, un parto más prolongado y otras complicaciones en el parto. También parece haber una relación entre el insomnio en el embarazo y la depresión postparto y el parto prematuro.

Cómo luchar contra el insomnio

A la hora de abordar el problema, es importante que el médico pregunte sobre las dificultades para iniciar el sueño, mantenerlo o para no despertarse especialmente temprano, para poder diagnosticar así con la máxima precisión a la embarazada.

Para tratar el insomnio en el embarazo el especialista podrá recurrir a intervenciones tanto farmacológicas como no farmacológicas. En el caso de las intervenciones no farmacológicas, podemos encontrar:

Higiene y educación del sueño

Las estrategias de higiene del sueño pueden mejorar en gran medida los problemas de sueño en mujeres embarazadas. Algunas de estas estrategias incluyen:

  • Usar luces tenues en el baño (ya que la luz brillante puede dificultar retomar el sueño)
  • Beber muchos líquidos durante el día, pero limitar su consumo cuando se acerca la noche para disminuir los despertares frecuentes para ir al baño
  • Evitar los alimentos picantes, pesados y fritos para disminuir la acidez estomacal
  • Evitar realizar actividades como comer, ver la televisión, jugar a videojuegos o llamadas de teléfono mientras está en la cama
  • Dormir sobre el lado izquierdo y usar una almohada postural
  • Evitar estimulantes como la cafeína y la nicotina

Terapia conductual

Hay muchos tipos de terapia conductual a las que una embarazada puede acudir para tratar el insomnio. Consulta con un especialista cuál es la más adecuada en tu caso.

Si las terapias no farmacológicas no funcionan para mitigar el insomnio, es posible que el especialista recomiende recurrir a los medicamentos. De cualquier manera, el insomnio en el embarazo tiene solución y no tendrá por qué causar más problemas.