Cómo saber si mi hijo duerme las suficientes horas

Jun 15, 2020 | INFANTIL, MATERNIDAD

Dormir bien es elemental para el equilibrio físico, mental y emocional de todo individuo. Los niños también deben dormir las suficientes horas para que su organismo reponga energías y las células del cuerpo se regeneren adecuadamente, ya que esta es la finalidad del sueño.

Desde que el niño nace hasta que alcanza la adultez, experimenta variaciones en cuanto a sus patrones de sueño. Pero, como padres, debemos estar atentos a que esto ocurra según lo esperado basándonos en numerosos estudios sobre la materia.

Lo que indican los expertos sobre el sueño infantil

Estos han demostrado que cada etapa del crecimiento tiene sus requerimientos mínimos y naturales en cuanto a las horas de descanso. La siguiente tabla servirá de referencia para determinar si nuestros hijos están durmiendo el tiempo suficiente:

  • Bebés recién nacidos hasta los 3 meses: deben dormir, por lo menos, 16 horas al día.
  • Bebés de los 3 meses a los 12 meses: deben dormir alrededor de 15 horas al día.
  • Niños a partir de 1 año hasta los 2 años: deben dormir alrededor 14 horas al día.
  • Niños a partir de 2 años hasta los 5 años: deben dormir alrededor de 13 horas al día.
  • Niños a partir de 5 años hasta los 12 años: deben dormir alrededor de 10 horas al día.
  • Jóvenes a partir de los 13 años hasta los 18 años: deben dormir al menos 9 horas al día.

Las referidas horas pueden incluir, o no, las siestas. Por lo general, los niños de 5 años en adelante suelen dejar las siestas. Por lo tanto, esas horas de sueño que ya no disfrutan durante el día deben añadirse al descanso nocturno.

El sueño de calidad

No es sencillo detectar deficiencias en el descanso cuando el niño está en una edad muy temprana. Sin embargo, hay indicios que pueden alertar que el niño no está descansando como debería. Veamos algunos de ellos:

  • Dificultad para levantarse por las mañanas.
  • Somnolencia diurna.
  • Irritabilidad.
  • Problemas de conducta.
  • Déficit de atención y bajo rendimiento escolar.

Si observas la presencia de estos factores en tu hijo, es probable que pueda sufrir algún problema del sueño, o trastorno. Lo más recomendable es acudir al pediatra con la mayor brevedad posible.

Por qué mi hijo no duerme las suficientes horas

Si el niño no está descansando bien, estas podrían ser algunas de las causas:

Las parasomnias

Estos son trastornos del sueño muy específicos. Se trata de los terrores nocturnos, las pesadillas y el sonambulismo. Cuando se hacen frecuentes perturban el sueño y provocan que sea escaso. Para tratarlas adecuadamente se deben realizar estudios para descartar problemas psicológicos.

Los trastornos de la respiración

La calidad del sueño también puede verse perjudicada por trastornos respiratorios como el síndrome de apnea-hipopnea del sueño y el ronquido nocturno. Algunas enfermedades como la rinitis, el trastorno por déficit de atención, el reflujo gastroesofágico, el asma, la epilepsia y otras, cuyas molestias se incrementan durante la noche, también pueden perturbar el descanso.

Tener un sueño de calidad

Como padres es nuestra responsabilidad velar por la debida higiene del sueño en nuestros niños. He aquí algunas recomendaciones para lograrlo:

  • Establecer horarios regulares, tanto para las siestas como para el descanso nocturno. Deben implementarse desde que los niños son muy pequeños.
  • Evitar ver televisión, navegar por Internet o utilizar dispositivos con pantalla en la cama o una hora antes de dormir.
  • No realizar actividades físicas intensas cerca de la hora de acostarse.
  • Cenar lo suficiente, pero ligero.
  • Tomar un baño de agua tibia, cerca de la hora de ir a la cama.
  • Hacer un ritual del sueño que incluya actividades relajantes como leer un cuento, escuchar o música suave.
  • Dormir en una cama cómoda, con un buen colchón y una almohada apropiada, también es necesario para garantizar el sueño de calidad.

Disfrutar de un descanso apropiado en la infancia, es fundamental para contribuir el sano crecimiento y desarrollo del niño. Recordemos que, durante el sueño, los infantes segregan la hormona del crecimiento, la cual ayuda a retener el calcio en los huesos, favorece el sistema inmunológico y permite la regeneración muscular, entre muchos otros beneficios.

Por otra parte, dormir bien permite que el cerebro fije mejor la información que ha adquirido en el transcurso del día. Por lo tanto, se favorecen procesos como la concentración, el aprendizaje y la memorización. Asimismo, el ánimo y la energía mejoran con un buen descanso.