Cómo desinfectar el colchón

Feb 25, 2021 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Incluso antes de llegar a este año 2020, la higiene de nuestro colchón era uno de los elementos más importantes a tener en cuenta. Evitar la aparición de moho, cuidarlo del polvo y protegerlo de los ácaros se convertía en algo primordial. Pero como decimos, el año nos trajo el terrible Covid-19 y una palabra se apoderó de nosotros: desinfección. De repente, desinfectar cualquier producto que entrara en nuestra casa se convirtió en peaje obligatorio. Desde las compras del supermercado a la propia cama. Por difícil que parezca, desinfectar el colchón es posible y hoy en día se nos antoja como necesario.

5 sencillos pasos para desinfectar el colchón de tu dormitorio 

1. Lavar la ropa de cama

La desinfección empezará por las sábanas, la funda nórdica, la funda protectora, el edredón y, por supuesto, las almohadas (y cojines decorativos, si los hubiere).

Tras observar con detenimiento las instrucciones de lavado de todos estos elementos y conocer las temperaturas máximas, introdúcelos en la lavadora. Para su secado, tiéndelas al sol para que se sequen al aire libre. Por si no lo sabías, los rayos ultravioletas pueden funcionar como un desinfectante.

Respecto a las almohadas, tendrás que lavarlas según la composición que dispongan. Como bien sabes, las de fibra o plumón tienen sus propias indicaciones y las de material viscoelástico no podrás introducirlas en la lavadora. En su defecto, podrás lavar la funda protectora exterior que cubre el núcleo interior.

2. Limpiar las manchas secas que encontremos en el colchón

Mientras dejamos que la ropa de cama disfrute de su baño en la lavadora y su posterior secado, volvemos al dormitorio para enfrentarnos al elemento central de nuestro descanso. Es aquí cuando nos pondremos a eliminar esas manchas visibles que suelen aparecer en el colchón.

Para eliminar todas esas manchas más secas producidas por el derramamiento de líquidos o comida, tendremos que preparar en un recipiente una mezcla que combine dos tercios de agua oxigenada y el otro tercio con jabón líquido normal que no tenga colorantes o aceites. Remueve el resultado hasta que aparezca una espuma que será la que nos ayude a la limpieza. A continuación, y con la ayuda de un cepillo limpio, lo remojaremos en el jabón resultante y frotaremos las manchas de colchón de manera muy suave. Cuando las manchas desaparezcan, tendremos que pasar un paño limpio y algo húmedo para quitar cualquier resto.

¡Por cierto! Si tu colchón es viscoelástico tendrás que poner mucho cuidado con la limpieza de este tipo de manchas. Utiliza la menor espuma posible para no humedecer demasiado tu modelo de colchón. De la misma manera, pon precaución en el posterior secado. Si te decantas por un secador de pelo, no utilices nunca la máxima potencia.

3. Limpiar las manchas biológicas del colchón

Si pensabas que las únicas manchas de tu colchón que podrías encontrar son las secas, te equivocabas. Lo normal es que hayamos provocado otras de origen más biológico: sangre, sudor, orina, fluidos…

Al contrario que las manchas secas, la herramienta principal que vamos a necesitar para su eliminación es la del limpiador enzimático. Desde Maxcolchon recomendamos adquirir su formato spray, una opción más fácil de manejar.

Primero, rociaremos un poco de limpiador enzimático a un trapo. Frotaremos muy ligeramente el trapo sobre la mancha y dejaremos que repose entre 10 y 15 minutos. En segundo lugar, utilizaremos otro paño humedecido con agua fría y frotaremos suavemente sobre el limpiador enzimático que haya quedado en el colchón.

Como puedes observar, el detalle y el mimo serán dos de los elementos más importantes a la hora de limpiar las manchas del colchón. Y, por supuesto, nunca rociaremos los productos directamente sobre nuestro colchón.

4. Desodoriza tu colchón (o lo que es lo mismo: eliminar los malos olores)

Tras la eliminación de las manchas y el posterior secado del colchón, podremos encararnos al cuarto paso. Desodorizar tu colchón necesitará un producto muy específico: un bote normal y corriente de 200 gramos de bicarbonato de sodio. Lo importante es que contenga un dosificador (hoy en día casi todos lo tienen) que te ayude a espolvorearlo.

Tras espolvorear el bicarbonato por las zonas que consideremos (sobre todo las que tienen más contacto con la cabeza y los pie), lo dejaremos actuar no más allá de una hora. Tras este tiempo, y con la ayuda del cepillo de la aspiradora, eliminaremos los restos de bicarbonato de la totalidad del colchón.

5. Desinfecta la superficie de tu colchón

Ahora sí que sí, llegamos a la desinfección en su máxima expresión. Tras la ya comentada eliminación de los malos olores, tendremos que sumergirnos en la desinfección total. Para ello, necesitaremos la ayuda de un aerosol desinfectante apto para tejidos en formato spray. Un producto que podía resultar difícil de adquirir en los peores tiempos de la pandemia, pero que hoy en día ofertan en cualquier establecimiento comercial, droguería y supermercado. Al igual que con el limpiador enzimático, lo ideal es apostar por el formato spray para que podamos controlar su esparcimiento. De todas formas, para su correcto uso lo mejor es que sigas las instrucciones que encuentres en el propio spray.

Para la desinfección de la superficie del colchón, rocíalo con este spray de manera uniforme. Deja pasar un tiempo para que se seque y, a continuación, podrás volver a poner la ropa de cama.

Ya tienes todo tu equipo de descanso totalmente desinfectado. Y por favor, no recicles los colchones viejos o aquellos que proceden de terceras personas. Para ello, existen ofertas muy buenas y diferentes métodos de pago que te permiten disfrutar de un colchón nuevo sin preocupaciones.