Cómo ayuda el sueño en el aprendizaje
La comunidad científica ha estudiado la relación entre el sueño y la memoria durante más de 100 años. Actualmente, se sabe que dormir bien es esencial para una función óptima de aprendizaje y memoria.
Sin embargo, aún hoy en día no se sabe por seguro cómo ayuda el sueño en el aprendizaje. Estudios recientes sugieren que tanto dormir poco como dormir mucho podría afectar al procesamiento de la memoria y a otros procesos cognitivos.
Un buen descanso no solo promueve la salud física, sino que también permite que nuestro cerebro funcione correctamente. Es por eso que dormir la cantidad recomendada de sueño cada noche resulta clave para consolidar los recuerdos.
El sueño, la memoria y el aprendizaje
El sueño, la memoria y el aprendizaje son fenómenos complejos que no se comprenden del todo. Sin embargo, los estudios en humanos y en animales sugieren que la calidad y la cantidad del sueño tienen un impacto profundo en la memoria y en el aprendizaje.
Las investigaciones al respecto sugieren que dormir ayuda al aprendizaje y la memoria de dos formas distintas. En primer lugar, cuando dormimos poco no podemos enfocar la atención de manera óptima, y, por tanto, no podemos aprender de manera eficiente. En segundo lugar, el sueño en sí tiene un papel en la consolidación de la memoria, que es esencial para aprender información nueva.
Aunque se desconocen los mecanismos exactos, el aprendizaje y la memoria a menudo se describen en términos de tres funciones, tal como explica el Colegio Médico de Harvard:
- La adquisición: Se refiere a la introducción de información nueva en el cerebro.
- La consolidación: Representa los procesos mediante los cuales la memoria se vuelve estable.
- El recuerdo: se refiere a la capacidad de acceder a la información (ya sea consciente o inconscientemente) después de que se haya almacenado.
Cada uno de estos pasos es necesario para que la memoria funcione correctamente, y por tanto, nuestro aprendizaje. La adquisición y el recuerdo ocurren solo mientras estamos despiertos, pero las investigaciones sugieren que la consolidación de la memoria tiene lugar mientras dormimos, a través del fortalecimiento de las conexiones neuronales que forman nuestros recuerdos.
Aunque no hay consenso sobre como nuestro descanso hace posible este proceso, muchos investigadores piensan que las características específicas de las ondas cerebrales durante las diferentes etapas del sueño están asociadas con la formación de algunos tipos de memoria en particular.
¿Cómo ayuda el sueño en el aprendizaje?
Los investigadores del sueño estudian el papel del sueño en el aprendizaje y la formación de la memoria de dos maneras. El primer enfoque analiza las diferentes etapas del sueño (así como los cambios en su duración) en respuesta al aprendizaje de una variedad de nuevas tareas.
El segundo enfoque examina cómo la falta de sueño afecta al aprendizaje. La privación del sueño puede ser total (no se permite dormir), parcial (se priva del sueño temprano o tardío) o selectiva (se priva de etapas específicas del sueño).
Las primeras investigaciones sobre el sueño y la memoria se centraron en la memoria declarativa, que es el conocimiento de información basada en hechos, o lo que es lo mismo: lo que sabemos (como lo que cenamos anoche o la capital de Italia, por ejemplo).
En un estudio de investigación, se observó que las personas que participaban en un curso intensivo de idiomas tenían un aumento en el sueño de movimientos oculares rápidos o sueño REM. Durante esta etapa ocurren los sueños normalmente. Los científicos plantearon la hipótesis de que el sueño REM juega un papel esencial en la adquisición de material aprendido.
Otros estudios han sugerido que el sueño REM podría estar involucrado en los procesos de memoria declarativa si la información es compleja, pero no si la información es simple y emocionalmente neutral.
La investigación también se ha centrado en el sueño y su papel en la memoria procedimental, o lo que es lo mismo, recordar “cómo” hacer algo (como ir en bicicleta, por ejemplo). El sueño REM parece tener un papel fundamental aquí.
Por otro lado, según los investigadores, otros aspectos del sueño también juegan un papel importante en otros tipos de aprendizaje. El aprendizaje motor parece depender de la cantidad de etapas más ligeras del sueño, mientras que ciertos tipos de aprendizaje visual parecen depender de la cantidad y el momento del sueño profundo, de ondas lentas y REM.
¿Qué consecuencias podría tener la falta de sueño en el aprendizaje y el rendimiento?
La falta de sueño y sus consecuencias sobre el aprendizaje también han sido muy estudiadas. Cuando no dormimos lo suficiente, nuestra atención, enfoque y vigilancia se desvían, lo que dificulta la recepción de información.
Si no descansamos adecuadamente, las neuronas que han trabajado mucho durante el día ya no pueden funcionar para coordinar la información correctamente y perdemos nuestra capacidad para acceder a la información que hemos aprendido previamente.
Además, nuestra interpretación de los eventos puede verse afectada. Perdemos nuestra capacidad para tomar decisiones acertadas porque ya no podemos evaluar con precisión la situación, planificar en consecuencia y elegir el comportamiento que nos gustaría tener. Nuestro juicio se ve deteriorado.
Así, como ves, dormir poco se traduce en consecuencias negativas para nuestro descanso. Ahora que ya sabes como ayuda el sueño en el aprendizaje, esperamos que priorices el descanso como se debe. ¡Descansa bien y aprenderás mejor!
