Terrores nocturnos bebés: ¿Qué hacer?

Jun 9, 2022 | TRASTORNOS DEL SUEÑO, TERRORES NOCTURNOS | 0 Comentarios

Estás durmiendo plácidamente pero, de repente, te despiertas porque tu bebé grita de terror. Saltas de la cama y vas hacia él para ver qué ocurre: parece que está despierto, pero no para de gritar. Cuando intentas calmarlo solo se pone peor. Así es como se sienten los terrores nocturnos en bebés.

Y es que, aunque resultan poco comunes, los terrores nocturnos también pueden darse en los más pequeños. Experimentarlos como padres puede llegar a preocuparnos mucho, pero, ¿Cómo afrontarlos?

Los terrores nocturnos en bebés

Lo cierto es que los terrores nocturnos pueden ser mucho más aterradores para nosotros que para el bebé en sí. De hecho, es muy probable que el pequeño no recuerde nada a la mañana siguiente.

Además, es algo que, con el tiempo, los niños suelen superar. Sin embargo, hasta que los superan, hay algunas cosas que podemos hacer para ayudar a que se reduzcan estos problemas en el descanso del pequeño, así como controlarlos cuando los terrores aparecen.

¿Cómo saber si el bebé está teniendo terrores nocturnos?

Es probable que ya estéis familiarizados en casa con los continuos despertares nocturnos del pequeño: los cambios de pañales, las tomas nocturnas o simplemente sus ciclos de sueño hacen que los despertares en el bebé (y por tanto, los de los padres) sean algo común.

Sin embargo, durante un terror nocturno, no se produce un despertar como tal. De hecho, la primera vez que el bebé tenga un terror nocturno, podríamos pensar que está enfermo o que simplemente ha tenido una pesadilla. Pero no es lo mismo un terror nocturno que una pesadilla, tal y como se explica en investigaciones como la publicada en 2018.

Los terrores nocturnos empiezan hacia el principio del ciclo del sueño nocturno cuando el bebé pasa un sueño profundo a un sueño ligero. Pueden durar hasta 45 minutos, y el bebé suele permanecer dormido durante y después del episodio. Las pesadillas, por el contrario, suelen darse más tarde en el ciclo del sueño, y el bebé puede o no despertarse a causa de una pesadilla.

Los siguientes comportamientos y síntomas pueden ser una señal de que el bebé está teniendo un terror nocturno:

  • Agitación e inquietud.
  • Gritos.
  • Latido del corazón acelerado.
  • Ojos abiertos y vidriosos.
  • Respiración rápida.
Terrores nocturnos bebés

Es posible que el bebé tampoco responda a los intentos de calmarlo o consolarlo. Esto es debido a que, aunque sus ojos estén abiertos, todavía están dormidos.

Después del terror nocturno, el bebé volverá a dormirse profundamente y no recordará el episodio por la mañana. En el caso de las pesadillas, estas sí suelen recordarse. Además, los terrores nocturnos suelen darse exclusivamente una vez por noche.

¿Cuáles son las posibles causas de los terrores nocturnos?

El día a día de los bebés está lleno de estímulos. Las cosas normales en su día a día siguen siendo nuevas y emocionantes. Y debido a que el sistema nervioso central (SNC) del bebé aún se está desarrollando, toda esa estimulación puede hacer que el SNC se estimule demasiado. Esa sobreestimulación puede contribuir a los terrores nocturnos.

El bebé también puede ser más susceptible a los terrores nocturnos si estos son algo común en el historial familiar. Si, por ejemplo, existe algún caso de sonambulismo en la familia, esto también podría aumentar el riesgo de sufrir terrores nocturnos.

¿A qué edad pueden comenzar a manifestarse?

El hecho de que los bebés tengan terrores nocturnos es algo raro. La mayoría de las veces, el llano de los bebés pequeños por la noche no está relacionado con los terrores nocturnos. Sin embargo, estos pueden aparecer alrededor de los 18 meses de edad.

Así, los terrores nocturnos son más comunes en niños en edad preescolar, alrededor de los 3 o 4 años. Pueden ocurrir en niños hasta alrededor de los 12 años y deberían detenerse una vez que el pequeño llegue a la adolescencia y su sistema nervioso esté mejor desarrollado.

¿Qué hacer si sospechas que tu bebé está pasando por un terror nocturno?

Por lo general, no hay mucho que podamos hacer como padres cuando el bebé está teniendo un terror nocturno. Aunque puede ser difícil para nosotros ver cómo lo padece, no conviene alarmarnos y en todo momento podemos recordar que no se acordarán a la mañana siguiente.

No es recomendable despertarles si están pasando por un terror nocturno. Esto puede confundirlos y hacer que sea mucho más difícil conseguir que se vuelva a dormir. Lo mejor que podemos hacer es vigilarle mientras el episodio ocurre.

También es recomendable asegurarse de que no hay ningún objeto alrededor de su cuna que pueda hacerle daño. Si los terrores nocturnos ocurren después de que el bebé haya pasado a la cama, podemos asegurarnos de que no se levante y pueda lastimarse.

Lo habitual es que, en un corto período de tiempo, el pequeño se calme y reanude su ciclo de sueño habitual. Si el bebé tiene antecedentes de terrores nocturnos, podemos asegurarnos de que todos los cuidadores sepan acerca de ellos.

¿Pueden prevenirse?

No existe una fórmula secreta que pueda asegurarnos que nuestro bebé no padecerá más terrores nocturnos. Sin embargo, sí es cierto que un bebé que descansa lo suficiente y tiene un sueño de calidad tiene menos probabilidades de tener terrores nocturnos.

Una forma de ayudar al bebé a dormir más es hacer que tenga una rutina constante a la hora de acostarse. La rutina debe ser simple como para que cualquier cuidador pueda hacerla, y algo que nosotros también podamos hacer cada noche.

En cualquier caso, siempre puedes consultar con su pediatra acerca de cómo mejorar el descanso del pequeño.

Puede que, si el bebé ha tenido un terror nocturno, no vuelva a ocurrirle nunca más o puede que le ocurra durante semanas o incluso meses. En cualquier caso, lo mejor es que consultes con su pediatra sobre las medidas que podéis tomar en casa, sobre todo si al bebé le ocurre a menudo. ¡Felices sueños!