¿Qué es la resiliencia en un colchón?

Ene 14, 2020 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Vamos a hablar de un tema que seguramente para muchos de vosotros será nuevo, pero es de vital importancia a la hora de comprar un colchón. En concreto vamos a tratar la resiliencia, un dato esencial que debemos conocer para encontrar el colchón perfecto, y para ello explicaremos en qué se basa, además de que conoceremos los distintos grados que existen.

Qué es la resiliencia y en qué influye a la hora de elegir el colchón

Desde una perspectiva general, se entiende la resiliencia como una capacidad de adaptación. Se trata de un término utilizando en muchos ámbitos, tanto dentro de la medicina como de la psicología, y por supuesto también en el campo de la ingeniería y la tecnología como es el que nos ocupa.

De esta manera, debemos entender este concepto orientado al colchón, se refiere desde una perspectiva general, a su capacidad para adaptarse a nosotros, a nuestro cuerpo y a nuestras particularidades.

De esta manera, un estudio en profundidad sobre esta cualidad en un colchón determinado, será lo que nos ayude a saber de antemano si se trata del colchón perfecto y si se amoldará a nosotros. Seguramente habréis escuchado en alguna ocasión aquello de la “memoria del colchón”. Pues básicamente eso es lo que nos va a permitir calcular, sabiendo de esta forma si la recuperación es mayor o menor.

Recordemos que, a la hora de elegir, cada persona es un mundo, de manera que el valor de resiliencia variará con respecto al colchón perfecto para una persona u otra. Algunos aspectos que se deben tener en cuenta son: el peso de la persona, la postura al dormir y si se mueve más o menos cuando duerme.

Grados de resiliencia de los colchones

Grado I

Se trata del colchón más blando de todos. La ventaja de los colchones de este grado es que reparten muy bien el contacto y la presión del cuerpo. No obstante, son colchones excesivamente blandos y que dan lugar a posturas poco adecuadas,  por lo que no se recomiendan.

Grado II

Este es el grado recomendable en el caso de que estemos buscando un colchón muy blandito pero que nos permita una buena postura. Son colchones acogedores y sobre todo pensados para los que duermen toda o casi toda la noche en una misma postura, sin moverse demasiado.

Grado III

En esta ocasión tenemos un colchón medio en cuanto a dureza se refiere. Es una combinación fantástica porque garantiza el confort sin hundirnos demasiado, lo cual hace que sea cómodo, acogedor y seguro. Las personas que mejor se adaptan a este tipo de colchón son las que están embarazadas o las que padecen dolencias a nivel muscular y/u óseo.

Grado IV

También se encuentra dentro de la media de dureza, pero algo más duros que los anteriores. Garantiza una buena postura para nuestro cuerpo, y evita problemas como por ejemplo el hecho de que se nos duerman las extremidades durante la noche.

Grado V

Esto es lo que conocemos como un “colchón duro”. Son recomendables para personas que no padecen dolores musculares y/u óseos, para deportistas, menores de 30 años, y también para aquellos cuyo peso excede de los 100 Kg. También son indicados para aquellos que se mueven con frecuencia durante la noche, cambiando de postura.

Grado VI

Estos serían los colchones más duros de todos, y al igual que los de Grado I, muy poco frecuentes. Son extremadamente duros, y si hay algo que podemos destacar es que favorecen la circulación sanguínea y evitan que se duerman las extremidades, pero para ello también obtenemos buenos resultados con los dos grados anteriores, de manera que este sería ya el más extremo en materia de dureza.

Una vez que conocemos los diferentes grados, debemos entender que para cada persona se va a adaptar mejor uno diferente, de manera que lo ideal en estos casos es resolver nuestras dudas directamente con el profesional que nos podrá orientar mucho mejor basándose en su experiencia.

Y recordad que este concepto es importante si queremos tener la garantía de que vamos a descansar bien, recuperándonos tanto a nivel físico como a nivel psicológico, reduciendo el desgaste y garantizando una calidad de vida y salud mucho mejores.