¿Por qué me duele la cadera todas las noches?

Abr 27, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO, PROBLEMAS FISICOS

Acostarte y que al instante te venga ese incipiente dolor de cadera es un suplicio nocturno cada vez más extendido. Su aparición es sinónimo de un nulo descanso, la ausencia total de confort y, con todo ello, la incapacidad al día siguiente de poder rendir correctamente en el trabajo. Pero además de todo ello, estamos hablando de un problema que va a repercutir en tu salud. Si eres de los que la intensidad de este dolor no les permite encontrar la posición en la cama, se pasan a noche dando vueltas (con la consecuente molestia conyugal), el insomnio les corroe. Tienes que saber que existen causas para ello y, por tanto, su correspondiente remedio.

Las causas más comunes del dolor de caderas

Aunque el dolor de caderas resulta más común entre mujeres de 40 a 60 años que entre los hombres, existen una serie de factores que lo causan. Desde el sobrepeso a la incorrecta elección del colchón pasando por diversos problemas físicos. Las embarazadas, dependiendo de la postura que incurran al dormir, pueden padecer dolor en las caderas dependiendo del peso que estas soporten.

La importancia de elegir el colchón adecuado

Existen varias enfermedades relacionadas con las articulaciones y los huesos que nos pueden provocar el temido dolor de caderas. Más allá de estas causas que se han de paliar con la ayuda de especialistas y una alimentación rica en calcio, hay otros factores externos que sí vamos a poder controlar. Es aquí cuando entra en juego la elección del colchón, un elemento que puede ser el mayor de los paraísos o una máquina de tortura. De nuestra elección dependerá.

Si un colchón nos está originando un malestar en las caderas, este va a estar promovido porque no se adapta a nuestro cuerpo ya que carece de un núcleo perfilado que proporcione la presión adecuada. Además, el uso de malas posturas o una condición física no adecuada (el ya comentado sobrepeso), va a provocar que esta articulación soporte todo el peso de nuestro tronco, consiguiendo así un desgaste que no deseamos.

El uso de un colchón barato que no ofrezca un mínimo de prestaciones que nuestro cuerpo está reclamando no va a ser el mejor de los aliados para paliar esta dolencia. Escoger un modelo que evite los mencionados puntos de presión que no se excedan en firmeza y que sí faciliten la circulación sanguínea, va a ayudarnos a nuestro descanso, a nuestras caderas y, por tanto, a nuestra salud.

Escoger un modelo hecho con material viscoelástico con un grado de adaptabilidad alto o incluso un colchón articulado que nos ayude a elevar los pies, significará el final del dolor de caderas.