Los peligros de dormir con lentillas

Mar 24, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO

Alrededor del 8% de la población española de una edad comprendida entre 12 y 65 años utiliza lentillas por sus ventajas en comodidad respecto a las tradicionales gafas de vista. Sin embargo, hay que ser prudentes y vigilar su higiene, así como asegurar su  correcto uso.

Resulta de gran importancia retirarse las lentillas cuando vamos a dormir, ya que podemos correr grandes riesgos de sufrir daños en la vista e infecciones. Además, tendremos un descanso de peor calidad al dormir con ellas puestas. Te explicamos algunos de los peligros que comporta dormir con lentillas.

¿Por qué dormir sin lentillas?

Las lentillas de contacto tienen como finalidad conservar la salud de los ojos y corregir distintos errores refractivos como la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. No obstante, si utilizas lentillas que no son específicas para poder dormir con ellas puestas es importante quitártelas minutos antes de acostarte. ¿Quieres saber por qué?

La córnea (la lente de entrada del ojo) no tiene vasos sanguíneos como el resto de los tejidos de nuestro cuerpo, por eso se nutre del oxígeno atmosférico para mantener su actividad celular. Es decir, con los ojos abiertos, el oxígeno nos llega de la atmósfera. Sin embargo, cuándo dormimos, el oxígeno nos llega de los vasos sanguíneos que hay en el interior del párpado. Al dormir con lentillas no específicas para ello, no llegará suficiente cantidad de oxígeno a la córnea, lo que puede acarrear consecuencias negativas para nuestra salud.

En resumen, al utilizar lentillas cuando estamos durante un tiempo prolongado con los ojos cerrados, producimos menos lágrimas y las lentillas se nos pueden pegar en los ojos a causa de esta deshidratación en el lagrimal.

Los peligros de dormir con lentillas

Un uso indebido de las lentillas es utilizarlas sin extremar las precauciones de higiene en su manipulación y conservación. A ello debemos sumar otro gran error: irse a dormir sin quitarse las lentillas, incluso aunque solo se trate de una siesta. Según alerta la comunidad de oftalmólogos, dormir con las lentes de contacto puestas puede provocar problemas de salud ocular y desencadenar en síntomas tales como: enrojecimiento de ojos, visión borrosa, fotosensibilidad, lagrimeo constante, conjuntivitis, infecciones de la córnea e incluso riesgo de sufrir una úlcera en la córnea.

Aunque es cierto que el diseño y los materiales con los que se fabrican las lentillas cada vez son mejores y más permeables, abusar de estas evita una correcta lubricación de la lágrima en la córnea.

La revista científica Ophthalmology publicó un estudio años atrás en el que se revelaba que las probabilidades de padecer queratitis (infección de la córnea) se incrementa casi 7 veces en personas que duermen ocasionalmente con las lentillas puestas. Con esto no pretendemos asustar a nadie, las lentillas son una forma segura y eficaz de corregir problemas refractivos, pero queda claro que su uso inadecuado suponen un riesgo para la salud.

Casi todos los factores de riesgo más comunes que pueden ocasionar estos problemas se reducen a la falta de higiene de las lentillas, alargar su vida útil más de lo recomendado por el fabricante o dormir con las lentillas puestas. Además, hay que evitar el uso de lentes y líquidos caducados, conservarlas en agua del grifo y usar lentillas en la playa o en la piscina.

Dormir con lentillas empeora nuestro descanso

La calidad de nuestro sueño también puede verse notablemente afectada tras haber dormido con las lentillas puestas. Es muy probable, si utilizas lentillas, que alguna vez hallas tenido un descuido y hayas olvidado quitártelas. Esto puede llevarnos a despertar con escozor de ojos, la vista más cansada y la sensación de no haber dormido las suficientes horas. Además, es probable que nos cueste afrontar el día con la misma vitalidad y energía e incluso llegar a tener dolores de cabeza a causa de dicha irritación ocular.

Otros síntomas fruto de este descuido que pueden afectarnos a nuestro rendimiento diario son la fotosensibilidad y la vista borrosa, con lo que la sensación de no haber tenido un sueño reparador aumentará. Es importante hidratarse debidamente los ojos con lágrimas artificiales y si las molestias no desaparecen acudir al oftalmólogo.

No dejes que un gesto tan sencillo como quitarte las lentillas y mantener una higiene  correcta de estas te impida dormir debidamente. ¡Tu salud y tu descanso te lo agradecerán!