Jet lag social, aquello que sufre la mayoría de la población

Sep 2, 2020 | TRASTORNOS DEL SUEÑO

El siglo XXI, la revolución tecnológica, la democratización de Internet, el reinado de las redes sociales y la precariedad laboral nos trajeron nuevos tipos de patologíasy un nuevo concepto que vamos a analizar: jet lag social.

¿A qué llamamos jet lag social?

Seguro que hasta hoy conocías el significado de jet lag. Es decir, la desincronización que sufre nuestro reloj interno y los llamados ritmos circadianos encargados de regular nuestro ciclo de sueño-vigilia al cruzar varios de husos horarios y al llegar a un horario distinto en una nueva ubicación.

Derivado del famoso jet lag que sufrimos al viajar, pero sin la necesidad de ello, encontramos otro tipo de desfase horario para el que no necesitamos irnos muy lejos. El jet lag social se produce cuando existen grandes diferencias entre el horario de dormir que tenemos entre semana o mientras trabajamos respecto al que disfrutamos cuando estamos en fines de semana o sin la necesidad de establecer una rutina laboral.

Lo llamamos jet lag social porque las configuraciones de nuestro sueño varían entre los mencionados días laborales y el sábado y el domingo (o los festivos). Esa privación del sueño que solemos padecer entre semana se intenta compensar cuando no trabajamos. Una situación que deriva en una confusión severa por parte de nuestros ritmos circadianos y que pueden derivar en daños metabólicos y psicológicos: obesidad, diabetes, estrés, ansiedad…

¿Por qué se produce el jet lag social?

El jet lag social se produce cuando el reloj principal de nuestro cerebro se trastorna por los constantes cambios de configuraciones que se producen por los distintos horarios de sueño. La diferencia entre los días laborales y los fines de semana (o festivos) dificulta el restablecimiento de nuestros ritmos circadianos. Se producen descoordinaciones y una ausencia de funcionamiento armonioso que acaban perjudicando a los mencionados ritmos circadianos.

 

Esas horas de más o menos que no paran de alternase semanalmente, produce una desorganización de nuestros ritmos fisiológicos que acaba concluyendo en una falta de sueño y, por tanto, en peores condiciones de salud.

Como ya hemos dicho, la falta de sueño siempre deriva en otro tipo de manifestaciones más serias y graves: disminución de la memoria, peor capacidad neurológica, obesidad, enfermedades como diabetes o cáncer, trastornos metabólicos, ansiedad, depresión, cambios de humor, accidentes cardiovasculares… Suficientes consecuencias como para tomar en serio este jet lag social e intentar por todos los medios establecer una rutina correcta del sueño.

(h2) Cómo evitar la aparición del jet lag social

El primer paso para solucionar o mitigar los efectos del jet lag social es comprobar que, efectivamente, sí se padece. Si por las mañanas te cuesta levantarte y cada noche se te hacen las tantas sin conciliar el sueño (independientemente de que te acuestes tarde o no pares de dar vueltas en la cama), empieza por calcular el punto medio de sueño que hay entre los días laborales y los libres.

Es decir, si entre semana te acuestas a las 11 de la noche y te levantas a las 7 de la mañana, tu punto medio será cuando el reloj marque las 3 de la madrugada. Respecto a los fines de semana, festivos y días libres, si te acuestas sobre la 1 de la madrugada y te levantas a las 11 de la mañana, tu punto medio marcaría las 6 de la madrugada. Esto concluiría en que padeces un jet lag social de 3 horas.

Para evitar este desfase tan perjudicial, nada mejor que establecer una rutina que conlleve los siguientes pasos:

  • Practica deporte y haz ejercicio físico.
  • Toma el sol y el aire libre siempre y cuando no hablemos de las horas más calurosas del verano.
  • Mantén una dieta sana y equilibrada.
  • Evita el consumo de tabaco, cafeína y alcohol.
  • Intenta regular tus horarios y que esa oscilación de horarios no sea tan pronunciada.

El objetivo es dormir ocho horas, lo cual no te ha de llevar a dormir 12 los fines de semana. Mientras estés en casa, ¿por qué no acostarte a una hora parecida a la de cualquier lunes o martes?