Insomnio veraniego: Una falta de sueño agravada por el calor

Ago 13, 2020 | TRASTORNOS DEL SUEÑO

El insomnio es un problema que afecta cada vez a más personas en nuestro país. Alrededor de unos 4 millones de españoles padecen este trastorno del sueño, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Sin embargo, lo cierto es que hay a quien este problema le afecta exclusivamente durante el verano. Habitualmente, este problema suele aparecer por culpa del estrés y de los conflictos familiares o laborales. Pero, al parecer, también puede ser causa de las altas temperaturas y del cambio de rutina.

Causas del insomnio veraniego

Un estudio en el Instituto Politécnico Rensselaer (RPI) encontró que una mayor exposición a la luz durante los meses de verano provoca retrasos en la hora de acostarse y esto disminuye la calidad general del sueño. Además, investigaciones anteriores han demostrado que a las personas les lleva más tiempo quedarse dormidas a mayores temperaturas, y cuando se duermen, el sueño es más fragmentado y se producen períodos de estar despiertos y menos de sueño REM.

Por lo general, parece que son varios los factores que pueden intervenir en la dificultad de descansar adecuadamente durante el verano. A continuación te presentamos algunas de las las causas más probables de sufrir insomnio en verano:

La alteración de la rutina horaria y nuestra actividad diaria

En verano, nuestros horarios cambian. No es solo el cambio de hora que se produce en primavera lo que hace que nuestro ritmo circadiano se vea alterado: son también las actividades a las que nos dedicamos durante esta época del año, como largas comidas con la familia o los amigos que resultan en una digestión más pesada, o la falta de ejercicio, que muchas veces no llevamos a cabo igual que durante nuestra rutina de invierno.

Además, en verano es posible que notemos como las horas pasan más lento. Definitivamente, los días son más largos y tratamos de aprovechar estas horas de más con mayor actividad en general, ya sea trabajando o quedando con amigos para tomar algo.

Las cervezas en el bar están todavía más a la orden del día en verano, si cabe. Y el caso es que tanto este tipo de bebidas como los cafés que nos tomamos para ponernos al día con los amigos pueden interferir en nuestro descanso, ya que se trata de sustancias que, de por sí, hacen que nuestro cerebro se mantenga activo.

Menor secreción de melatonina durante el verano

Las temperaturas durante las noches de verano pueden llegar a superar los 25 grados en muchas zonas de nuestro país. Esto, lógicamente, hace que descansar sea más difícil por culpa del calor y puede generar a su vez una mayor apatía y cansancio.

El aumento de temperaturas hace que tengamos más calor y a su vez este puede hacer que demos más vueltas en la cama de las esperadas. Pero los efectos del calor en nuestro descanso no acaban ahí.

Y es que, según los expertos, a mayor temperatura, menos melatonina. Al parecer, la calidad de nuestro descanso disminuye cuando la temperatura sobrepasa los 26 grados. Pasada esta temperatura, el calor podría liberar menos cantidad de melatonina, una hormona que se encarga de regular nuestro ciclo del sueño.

La exposición al ruido también puede tener algo que ver con la regulación de melatonina. Por lo general, son varios los factores que están implicados en la secreción de esta hormona: cuando la retina percibe la luz, modula la síntesis de melatonina y esta ayuda a que nuestro ritmo circadiano se regule. Por el contrario, cuando aparece el sol, el nivel de melatonina en sangre cae y es ahí cuando nuestro cerebro comienza a despertarse.

 ¿Qué hacer para evitar el insomnio veraniego?

Una de las razones por las que el insomnio puede invadirnos en verano es el calor que hace por la noche. Por eso, una solución para dormir mejor puede ser tomar medidas ante este calor:

  • Utilizar un pijama fresco: Un pijama de algodón y que no nos haga sudar puede ser clave para dormir mejor en verano.
  • Sábanas transpirables: Ropa de cama de verano transpirable compuesta preferiblemente de algodón únicamente.
  • Una ducha templada antes de dormir: El agua tibia puede rebajar nuestra temperatura corporal. Aunque pueda parecer que el agua fría será de más ayuda, lo cierto es que esta puede reactivar nuestro organismo y contribuir así al insomnio veraniego.
  • Evitar las comidas copiosas: Una cena demasiado pesada puede costarnos más de digerir, y aumentar así nuestra temperatura corporal. Es mejor hacer cenas ligeras para evitar ese insomnio característico del verano.
  • Utilizar colchones con un alto nivel de transpirabilidad: un colchón capaz de evacuar el calor corporal que emitimos durante la noche será esencial para poder descansar durante el verano. 

    Otras recomendaciones para evitar el insomnio veraniego pueden ser:

    • Evitar hacer siestas demasiado largas.
    • No tomar bebidas estimulantes durante las últimas horas del día.
    • Evitar hacer ejercicio por la noche.

    En resumen, hay algunas medidas que podemos tomar si el insomnio veraniego nos invade en las noches de verano. En cualquier caso, si crees que este problema te afecta también el resto del año, posiblemente lo mejor que puedes hacer es consultar con tu médico para que te de algunas pautas ante este problema.