Gritar en sueños: ¿Es bueno o malo?

Jun 15, 2021 | TRASTORNOS DEL SUEÑO | 0 Comentarios

A muchos padres les inquieta que sus hijos sufran terrores nocturnos y se asustan al escuchar sus gritos por la noche. Para estar tranquilo es importante conocer sus causas y comprender estos episodios nocturnos puntuales.

Y tú, ¿te has despertado alguna vez porque algún ser querido estuviera chillando mientras dormía? Gritar en sueños es algo más común de lo que pensamos y tiene una explicación científica que te tranquilizará.

Gritar en sueños: ¿Es bueno o malo?

Los terrores nocturnos son fácilmente detectables en la mayoría de los casos, ya que la persona que los experimenta puede soltar gritos y hablar tan fuerte que probablemente despierte a otras personas de la casa. Puede ser una experiencia aterradora y traumática ver a tus seres queridos en tal angustia, ya que la expresión de miedo a menudo puede verse en el rostro de la persona mientras duerme.

Estos gritos nocturnos se clasifican como parasomnias y consisten en comportamientos o experiencias involuntarias durante el sueño. Los gritos nocturnos son un trastorno de excitación y ocurren durante el sueño N3, la etapa más profunda del sueño con movimientos oculares no rápidos (NREM), tal como indica la Clínica Mayo. Por lo general, ocurren durante las primeras 3 a 4 horas de la noche y existen varios factores que pueden contribuir a provocarlos: la falta de sueño, el cansancio extremo, el abuso del alcohol, el estrés o la fiebre, entre otros.

Aunque gritar en sueños puede afectar a personas de cualquier edad, es algo que sucede de forma más común en niños pequeños que en adolescentes o adultos. Debe recordarse que los terrores nocturnos no son peligrosos y muchas veces quien los padece no recuerda por completo la experiencia, pero puede pasar por sentimientos de desorientación y vergüenza.

¿Debería despertar a alguien que grita en sueños?

Cuando una persona sufre terror nocturno y grita dormido, es natural que la gente de su alrededor quiera despertarlo y no verle sufrir. No obstante, se recomienda permanecer cerca y asegurarse de que no se caiga o lastime, pero no despertar a quién padece terrores nocturnos. Intentar despertarles tocándoles o gritándoles podría excitarles todavía más en el sueño y hacer que este episodio dure más tiempo. La mayoría de las veces, estos episodios son breves y, tras pocos minutos, quienes los sufren vuelven a dormir rápidamente con total normalidad.

Si los gritos nocturnos ocurren de forma repetida y vienen acompañados de episodios de sonambulismo, es importante asegurarse de que la habitación en la que duerme quién los sufre sea un espacio seguro donde no haya objetos que puedan ser peligrosos.

¿Cómo tratar los terrores y gritos nocturnos?

Como hemos dicho anteriormente, en los niños los gritos nocturnos suelen desaparecer con los años. Sin embargo, cuando adolescentes y adultos experimentan este tipo de terrores nocturnos con gritos de forma frecuente, puede resultar positivo acudir a un especialista en sueño o realizar algún tipo de terapia para identificar si existe una posible causa subyacente a tratar.

Un médico o un terapeuta especialista en sueño puede abordar este problema a través de un diario de sueño donde se registrarán los hábitos de sueño recientes y cómo pueden afectar a la vida diaria del paciente. Además, también se puede recopilar información a partir del compañero de cama del paciente o de un miembro de la familia que describa los episodios de gritos y terrores nocturnos. En algunos casos pueden hacerse estudios del sueño para evaluar y diagnosticar más a fondo este tipo de trastorno.

Por último, es importante saber que la mayoría de las parasomnias, incluidos los gritos y, terrores nocturnos ocurren en la etapa previa al sueño profundo. Por ello, tener una buena higiene del sueño, limitar la ingesta de cafeína o cualquier otro estimulante, tener una rutina a la hora de acostarse y levantarse, hacer ejercicio y mantener un estilo de vida saludable pueden llevarnos a conseguir un sueño profundo de mejor calidad.