Estas son las causas por las que te levantas con mal aliento al despertar

Jul 18, 2021 | ALIMENTACION, CONSEJOS, DESCANSO, TRASTORNOS DEL SUEÑO | 0 Comentarios

Tener mal aliento al despertar es algo común y razonable hasta cierto punto, según opinan los odontólogos. Al contrario de lo que parece, no siempre es un problema que surge a consecuencia de los malos hábitos higiénicos, sino que en realidad lo sufren la mayoría de personas por las mañanas.

Entre las causas del mal aliento continuado se encuentran la ingesta de determinados alimentos, el reflujo gástrico y el consumo de sustancias como el alcohol o el tabaco. Al margen de estas circunstancias excepcionales, es algo normal que se produce al levantarnos porque mientras dormimos producimos menor cantidad de saliva.

Es un problema que puede causar ansiedad y en determinadas ocasiones hasta cierta vergüenza social. La conciencia de padecer mal aliento modifica nuestro comportamiento a nivel de relaciones personales y por eso en muchos casos reduce la calidad de vida de quien lo padece.

No existen fórmulas mágicas para remediar la halitosis, pero puedes tomar nota de algunos consejos para quitarle intensidad.

Causas del mal aliento al despertar

Aunque erróneamente se piense que el mal aliento siempre proviene de la boca, en muchas ocasiones puede originarse por afecciones de la nariz, de las vías respiratorias y del sistema digestivo. Por eso, es un problema que depende de varios factores.

Halitosis fisiológica

La halitosis fisiológica es la habitual que se suele padecer al levantarse. La causa principal de esta molestia se origina a consecuencia de una disminución del flujo de saliva en la cavidad oral mientras estamos durmiendo. Este descenso facilita la proliferación de bacterias que producen un gas maloliente.

Durante el día, la salivación actúa como un bactericida que ayuda a prevenir el desarrollo de microbios en la boca. Sin embargo, mientras estamos acostados se reproducen rápidamente ya que el pH se vuelve más ácido de lo normal y con ello se acelera la fermentación de los residuos de comida que hayan quedado.

Este tipo de mal aliento es temporal y se soluciona fácilmente con un buen cepillado de dientes, el hilo dental y la limpieza de la lengua. Particularmente es en la región posterior del torso de este músculo donde se encuentran los compuestos que producen el mal olor.

La lengua juega un papel muy importante en este tipo de problemas, ya que su superficie irregular y microscópica está en contacto continuamente con los gérmenes de la boca.

Determinado tipo de alimentos

Además, el consumo de determinados alimentos puede provocar halitosis. Algunos, como por ejemplo los ajos y las cebollas, contienen un nivel alto de componentes sulfúricos que al llegar al torrente sanguíneo aparecen en nuestro aliento cuando menos lo esperamos.

También los aminoácidos de los lácteos y los alimentos muy azucarados sirven de alimento a las bacterias que tenemos en la lengua provocando un olor fuerte y desagradable. Por el contrario, para aliviar esta molestia también existen otros con propiedades antimicrobianas: la cúrcuma, el tomillo o la canela inhiben el crecimiento de los microrganismos que producen el mal olor.

Problemas dentales

Las piezas dentales con caries retienen restos de comida que al descomponerse favorecen la aparición de bacterias. Estos microorganismos se alimentan de estas sustancias y posteriormente eliminan sus desechos produciendo el mal olor. En otras ocasiones, la halitosis puede aparecer por las heridas quirúrgicas posteriores a una cirugía bucal como por ejemplo la extracción de alguna muela en mal estado.

Por ello, en cualquier circunstancia es conveniente mantener la higiene necesaria que elimine cualquier foco de infección y acudir al dentista periódicamente y a la mínima molestia para evitar males mayores.

Boca seca

La sequedad de la boca a consecuencia de falta de saliva se relaciona con ciertos medicamentos como los que controlan la presión arterial, antidepresivos, diuréticos y antinflamatorios.

Las personas con trastornos de alimentación e incluso las mujeres embarazadas pueden desarrollar sequedad en la boca debido a los cambios hormonales. Curiosamente, la depresión, el estrés y la ansiedad también contribuyen a esa falta de saliva.

En estos casos, beber mucha agua y prescindir de bebidas con cafeína o azucaradas siempre es una buena opción para prevenir la halitosis. Además, mantener un nivel óptimo de hidratación en nuestro cuerpo siempre es una garantía de salud para el organismo. ¡Di adiós al mal aliento al despertar!