El mejor deporte para los niños
¿Por qué el descanso puede ser el mejor deporte para los niños? Te contamos las razones por las que una buena noche de sueño va a beneficiar la salud de tus hijos, su desarrollo físico y emocional e incluso su estado de ánimo.
Los beneficios de una buena noche de sueño para los niños
Desde los recién nacidos que pueden llegar a dormir hasta 17 ó 18 horas al día hasta los niños de 8 años que necesitarán entre 9 y 11 horas, podemos comprobar que una buena noche de sueño es lo más adecuado para el correcto desarrollo y crecimiento de los más pequeños de la casa. Como si fuera parte del ejercicio físico y la importancia que le damos al deporte, el sueño es igual de esencial para su mejora física y mental.
Porque si el descanso puede llegar a ser la actividad más importante para el desarrollo cerebral de los recién nacidos, conforme van creciendo una correcta higiene del sueño va a reportar otro tipo de beneficios entre los más pequeños. Por todo ello, nuestra obligación como padres ha de ser la de inculcarles la importancia de dormir, que se vayan a la cama sin rechistar y establecer una rutina del sueño que les ayude la conciliación.
Desde la regulación de los horarios (que se acuesten y se levanten a la misma hora) hasta pequeños gestos como darles las buenas noches o el simple cepillado de dientes, todos estos actos y elementos formarán una especie de rutina que les relajará y les hará coger mejor y con más ganas la cama. Pero, sobre todo, les ayudará en todas las facetas de su vida:
Mejorará su desarrollo físico
La conocida como hormona del crecimiento, alojada en el interior del cerebro, en general se libera durante las primeras horas del sueño nocturno. Gracias a sus capacidades, estimula el crecimiento de los huesos a la par que libera otro tipo de sustancias igual de positivas para los más pequeños.
Recargará sus energías
Después de un día de estímulos, sensaciones, aprendizajes, confrontaciones, descubrimientos y, sobre todo, esfuerzo físico, los niños llegan a la noche totalmente exhaustos. Y, aunque no lo reconozcan nunca, están deseando dormir. Por ello, es importante saber transmitirles la importancia de una buena noche de descanso. Basta con decirles que cuanto antes se duerman, ¡más pronto llegará un nuevo día de juegos!
Ayuda el desarrollo cognitivo de los niños:
Según explica la ciencia médica, los niños que duermen mejor, disponen de mayor cantidad de materia gris. Es decir, consiguen una mejor maduración cerebral, mayor capacidad de aprendizaje y de memoria, una conducta más óptima y un desarrollo emocional más adulto. Y por si esto parece poco, dormir correctamente y aprender a modular el sueño fomentará el correcto desarrollo de la capacidad del lenguaje.
Reducirá su nivel de estrés (¡y el tuyo!)
Aunque podamos caer en el error de asociar el estrés a la vida adulta y laboral, los más pequeños también pueden padecerlo. Ya sea en forma de irritabilidad, cansancio y mal humor, el estrés puede aparecer a cualquier edad, por muy temprana que sea. Parte de la solución es la creación de una rutina del sueño que les ayude a dormir bien por las noches. No solo mejorará su estado emocional, también el de los padres.
Establece una rutina del sueño que puedan cumplir:
Derivado del punto anterior, la creación de rutinas es importante para consolidar ciertos aspectos del aprendizaje del niño. Y esto también incluye el descanso. Fijar horarios, actos como el simple cepillado de dientes, acostumbrarles a dar las buenas noches, leerles un cuento en la cama etc… Todos estos elementos formarán una especie de ecosistema que incite la conciliación del sueño.
Convierte del sueño uno de los hábitos saludables que les ayude a crecer
Si tuviéramos que fijar los tres pilares básicos del crecimiento infantil diríamos que son la alimentación equilibrada, el ejercicio físico (representado con la figura del deporte) y el descanso. Por ello, desde muy pequeños tenemos que acostumbrarlos a dormir un cierto número de horas que siempre irán marcadas por la edad que tengan.
