¿El estrés afecta a tu descanso? Come más frutas y hortalizas
Ahora que el mundo parece que va a más velocidad, es difícil encontrar un momento de pausa. Hasta el punto de que no lo conseguimos ni cuando vamos a dormir. En la actualidad, casi el 50% de la población reconoce que tiene problemas a la hora de conciliar el sueño. Si perteneces a ese porcentaje, seguro que el estrés es uno de los elementos que más afecta a tu descanso. Si quieres reducir los niveles de ansiedad y conseguir una mayor relajación, puedes comenzar por modificar tu alimentación. Para ello, nada mejor que incluir una mayor presencia de frutas y hortalizas.
Así afecta el estrés a la conciliación del sueño y el sueño al incremento del estrés: el bucle interminable
Como decíamos al inicio, la Organización Mundial de la Salud ya estipula que el 40% de la población mundial tiene problemas a la hora de conciliar el sueño. Es decir, 4 de cada 10 personas duermen mal, padecen insomnio u otro tipo de trastornos del sueño.
Si reducimos el significado de trastorno del sueño, lo que encontramos es, básicamente, un deterioro en la forma de dormir de las personas. Esto puede llevarnos desde el mencionado insomnio a dormir pocas horas o, simplemente, despertarnos constantemente a lo largo de la noche.
Uno de los mayores factores que ha influido en este deterioro en la calidad del sueño es el estrés. El incremento en el ritmo de vida actual y el tipo de sociedad que hemos creado en los países más desarrollados nos ha llevado a que las personas experimentemos constantemente las siguientes causas:
– Mayor presión laboral y carga de trabajo: aumento de horas, competitividad, acoso laboral…
– Crisis económicas.
– Mayor exposición social, influencia de las redes sociales y necesidad constante de “hacer algo”: viajar, ir a los mejores restaurantes, asistir a conciertos…
– Conciliación familiar: aunque estamos sometidos a mayor presión laboral y somos más competitivos a la hora de buscar o mantener trabajos, paralelamente estamos avocados a crear una familia. Y si piensas lo contrario o no deseas tener hijos, también sufres la presión de la sociedad.
– Falta de tiempo libre: trabajo y familia no suelen conceder muchas treguas
– Problemas emocionales, relaciones personales, rupturas sentimentales…
En definitiva, esa ausencia a la hora de decir “No” a todos los estímulos a los que estamos sometidos en la actualidad, nos ha llegado a sufrir un desgaste físico y psicológico que se convierte en estrés y ansiedad.
Una de las consecuencias más obvias de este incremento del estrés lo hallamos en la falta de descanso. Es aquí donde entramos en el bucle interminable: cuanto más estrés, peor dormimos. Y cuanto peor dormimos, mayor nivel de estrés.
Este círculo vicioso ha provocado una relación bidireccional entre el estrés y el sueño. La influencia que tiene el descanso en nuestra salud y estado de ánimo provoca que no dormir bien nos conduzca a mayor tensión. Y si padecemos más tensión, puede llevarnos al incremento del estrés. ¿Y qué produce el estrés? Una peor higiene del sueño.
Una dieta sana, equilibrada y rica en frutas y hortalizas: así comienza tu camino hacia el descanso
Ante la aparición de trastornos del sueño o un simple deterioro en la calidad de nuestro descanso, debemos poner el foco en nuestro estilo de vida. Seguramente, lo primero que encontremos sea una alimentación irregular, a deshoras y demasiado cargada de grasas saturadas y alimentos procesados.
Mantener una dieta sana y equilibrada es fundamental para mejorar nuestra higiene del sueño. Desde el hecho de incluir ciertos alimentos a la necesidad imperiosa de realizar cenas poco copiosas. Pero, sobre todo, hay que darle más protagonismo a las frutas y hortalizas.
Este tipo de alimentos suelen ser muy ricos en melatonina. Es decir, la hormona que regula el sueño. Por ello, si padeces de un nivel de estrés que te ha provocado problemas a la hora de descansar, lo ideal es que integres en tu dieta las siguientes frutas, hortalizas y ciertos frutos secos:
– Cerezas
– Plátanos
– Nuez moscada
– Boniato
– Espinacas
– Calabaza
– Castañas
– Almendras
– Piña