Cómo ubicar la cama según el Feng Shui
El Feng Shui es una filosofía basada en la práctica de mirar nuestros espacios vitales y entornos de trabajo desde una perspectiva de equilibrio con el mundo natural. Las palabras chinas ‘feng’ y ‘shui’ se traducen literalmente como “viento” y “agua”, respectivamente.
Este concepto deriva de un antiguo poema que habla sobre la vida humana conectada y fluyendo con el entorno que la rodea. En la cultura asiática, esta filosofía se conoce como Tao, que se traduce como “el camino”. El taoísmo es el camino de la naturaleza y todos los principios básicos del Feng Shui reflejan la naturaleza.
Así, esta filosofía se basa en varios principios esenciales. Entre ellos, podemos encontrar la posición de cada mueble en la habitación, y lo que ello implica según se coloque de una forma u otra.
El Feng Shui y la posición de los muebles
La posición dominante para el Feng Shui en una habitación es aquella que está más alejada de la puerta y no en línea directa con ella. La idea es que nuestro cuerpo esté en diagonal a la puerta. También resulta ideal que, además, tengamos una línea de visión clara hacia esta.
Esta posición es donde, en teoría, pasaríamos la mayor parte del tiempo cuando estamos en la habitación. Las pautas del Feng Shui sugieren que, antes que nada, determinemos esta posición dominante en la habitación. Después, colocaríamos la cama, el escritorio o donde mayor tiempo pasáramos en alineación diagonal, si es posible.
¿Dónde ubicar la cama según el Feng Shui?
La posición de la cama es más importante de lo que podamos pensar. Una de las reglas básicas del Feng Shui es que los pies de la cama no deben estar alineados con la puerta. De igual modo, no es conveniente dormir de espaldas a la puerta, puesto que minimiza el control que podemos sentir sobre nuestra habitación. Lo más preferible es poder ver la puerta del dormitorio desde la cama.
Según el Feng Shui, cada persona tiene asignado un número Kúa basado en su fecha de nacimiento. En función de este número, cada persona tiene unas posiciones más y menos favorables para atraer energías. Si aprovechamos nuestras direcciones favorables según esta técnica china, puede que nuestro descanso mejore.
Además, el Feng Shui también avisa de que no resulta conveniente almacenar nada debajo de la cama: lo mejor es dejarla completamente vacía debajo de nosotros. Según el Feng Shui, esto podría afectar directamente a nuestras relaciones personales y de pareja.
Como no colocar la cama según el feng shui
Como decíamos, la posición ideal de la cama es contra esquina de la puerta, de forma que podamos verla sin tener que quedar enfrentados a ella. Esto es lo que se conoce como “posición de poder”. ¿Por qué evitar otras posiciones? El Feng shui lo explica:
La posición de la muerte
Los pies de la cama no deben estar alineados con la puerta. Esta es una regla básica que debemos cumplir si queremos beneficiarnos de la buena energía en nuestro dormitorio.
Esta posición se llama “la posición de la muerte” dado que hace referencia a que a los muertos se les coloca con los pies hacia la puerta para facilitar su acceso al cielo y poder así sacarlos con una mayor facilidad.
Según el Feng Shui, si no podemos evitar que la cama esté enfrentada con la puerta, entonces podemos colgar del techo unas campanillas o una bola de cristal entre la cama y la entrada. Otra opción es incluir a los pies de la cama un baúl.
Dormir bajo una ventana
El cabecero de la cama debería estar apoyado sobre una pared, pero evitando que esté bajo una ventana. Y es que la ventana nos conecta directamente con el exterior: las luces, los ruidos o simplemente lo que ocurre afuera puede inmiscuirse en nuestra tranquilidad.
La puerta cruzando la cama
En el caso de que la cama se encuentre atravesada frente a la puerta, puede producirse un efecto “de corte” sobre el cuerpo de la persona, creando inestabilidad en ella. En este caso, podemos recurrir a colocar una alfombra entre la puerta y la cama, así como cerrar o entornar la puerta siempre que vayamos a dormir.
La puerta de espaldas a la cama
Cuando la entrada de la habitación se encuentra detrás de la cama, la persona puede llegar a dormirse con la sensación de que alguien o algo puede sorprenderlo por la espalda, por lo que puede no dormir tranquila. Si no podemos evitar esta posición, entonces podemos colocar un espejo que refleje la puerta de la entrada y que se pueda ver desde la cama.
El cabecero en línea con la puerta
Tener la cabeza en línea con la puerta puede producir inquietud, nos hace vulnerables y puede interferir en nuestra tranquilidad en el descanso. Si no tenemos otra opción, entonces podemos entrecerrar la puerta cuando dormimos, jugar con las lámparas de las mesillas para que tapen parcialmente la cabecera o incluir unas campanillas de viento en la entrada de la habitación.
Como ves, según el Feng Shui, lo mejor es ubicar la cama diagonalmente a la puerta, tratando de que esté lo más alejada posible de ella. Si no te es posible y has de adoptar otras posiciones, te recomendamos seguir las sugerencias que hemos descrito. ¡No dejes que nada afecte a tu descanso!
