Cómo prevenir la plagiocefalia en los bebés

Abr 13, 2020 | INFANTIL, MATERNIDAD

La plagiocefalia es una malformación asimétrica que puede ocurrir en los bebés y está provocada por presiones externas. Puede estar causada por una serie de factores relacionados con el posicionamiento, como pueden ser pasar un largo periodo de tiempo en la incubadora, por el proceso durante el nacimiento o la posición en el útero.

¿Por qué se produce?

Se trata de un problema que sobre todo está provocado por la preferencia del bebé por una determinada postura al dormir o al estar acostado, lo que conduce al problema. Una de las causas más frecuentes en este último caso es una alteración física llamada tortícolis, producida por el espacio reducido del bebé en el útero. Esto es lo que ocurre en el 85% de los casos. Lo que ocurre es una asimetría en los músculos del cuello que flexionan la cabeza y la inclinan hacia el lado afectado girando la cara hacia el lado opuesto. Cuando uno de estos músculos está tenso, lo que ocurre es que el niño se ve obligado a dormir sobre el lado afectado y la parte de atrás de la cabeza tiende a aplanarse debido a la maleabilidad de los huesos craneales de los bebés. Todo ese lado, incluida la oreja, se desplaza hacia delante y la cabeza adquiere entonces una forma peculiar. En muchos casos, se produce un abombamiento de la frente en ese mismo lado por el mismo motivo.

Si la plagiocefalia se da cuando el niño ya ha nacido, entonces la causa de esta será que el bebé apoya siempre la cabeza sobre la misma posición. Y es que el cráneo de un bebé es fino y maleable, lo que hace que si los bebés pasan un largo período de tiempo en una misma posición, la cabeza pueda deformarse y hacerse asimétrica.

¿Cómo prevenir la plagiocefalia?

En el caso de que el bebé tenga menos de 3 o 4 meses y la asimetría sea leve, se recomienda poner al bebé en una postura alternativa a la hora de dormir, con la cabeza hacia el lado contrario. Existen varias formas de conseguir esto, que deberían ser pautadas por el médico. De cualquier manera, las siguientes estrategias podrían ser de ayuda:

  • Poner el bebé boca abajo, sobre su barriga, durante el día.
  • Estimular al bebé con juguetes hacia el lado contrario a la deformidad.

El médico también puede recomendar ejercicios de estiramiento en el caso de que el bebé sufra tortícolis. En el caso de que los ejercicios y el reposicionamiento no sean efectivos, el médico puede recomendar la colocación de una ortesis de remodelación craneal. Esto es una especie de casco que se utiliza para que el niño pueda corregir su postura. Se fabrica a medida para el bebé.

Detectar a tiempo la plagiocefalia es clave para el éxito del tratamiento

De cualquier manera, dado que la deformidad suele producirse durante los dos primeros meses de vida y su momento álgido suele ocurrir en el tercer mes, es importante estar atentos en estos momentos y acudir cuanto antes al médico si sospechamos que puede tratarse de plagiocefalia.

Una detección temprana durante los dos primeros meses puede ayudar a evitar tanto el aumento de la deformidad como su mejora. Tanto padres como pediatras son parte importante en esta detección.

Si la deformidad ya se ha producido, entonces el médico probablemente decida derivar al bebé al neuropediatra para descartar así otros problemas e indicar un tratamiento cuanto antes.

El momento óptimo para el inicio es el período que va desde los 4 a los 8 meses de edad, Pasado este período, el tratamiento remodelador puede perder efectividad, por eso lo más importante es realizar una detección temprana del problema.

En el caso de detectar a tiempo el problema no tendremos porqué preocuparnos. Lo más importante es consultar cuanto antes con el médico, en el caso de tener alguna sospecha de este problema.