Cómo combatir la sudoración excesiva en invierno

Ene 13, 2022 | TRASTORNOS DEL SUEÑO

¿Eres de esas personas que se decanta por el blanco y/o el negro en su vestimenta para que no se noten esas manchas de sudor que aparecen de repente sin que puedas esperarlo, incluso en los meses más fríos? Entonces quizá padezcas lo que se conoce como sudoración excesiva en invierno.

Y es que la hiperhidrosis no es un problema que se reduzca a las estaciones calurosas. Lo habitual es que las personas más calurosas sufran esta sudoración excesiva en verano, cuando la temperatura ambiente es elevada. Sin embargo, hay quien también sufre de este problema en invierno, conocido como hiperhidrosis.

Hiperhidrosis. ¿Qué es?

La hiperhidrosis se define como la sudoración excesiva y anormal que no se da necesariamente a partir de hacer ejercicio o de pasar calor. En estos casos, la sudoración puede aparecer tras llevar a cabo actividades diarias normales, cuando la temperatura ambiente no es excesivamente elevada. Además, esta hiperhidrosis puede ser primaria o secundaria.

Hiperhidrosis primaria

También conocida como sudoración emocional, la hiperhidrosis primaria es aquella que aparece sin que existan otros factores que la provoquen, como otras patologías, llevar mucha ropa…

Aquellas personas que padecen este tipo de hiperhidrosis suelen notar sus síntomas con la misma intensidad en los meses fríos. Esto puede ser un problema, ya que el sudor puede enfriarse fácilmente, con los riesgos que ello conllevaría para la persona afectada.

Hiperhidrosis secundaria

A diferencia de la hiperhidrosis primaria, la hiperhidrosis secundaria surge por circunstancias externas, como puede ser una comida copiosa, el exceso de ropa o tener una temperatura elevada, por ejemplo.

Causas de la hiperhidrosis

Cuando el cuerpo detecta que su temperatura es más elevada de lo normal, se produce la sudoración para enfriarse. Sin embargo, lo que ocurre en concreto con la hiperhidrosis primaria es que los nervios responsables de enviar señales a las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivos, aun no habiéndose desencadenado por el aumento de temperatura ni por haber realizado actividad física. Con el estrés y el nerviosismo en general este problema tiende a empeorar. Suele afectar especialmente a zonas como las palmas de las manos, la cara o las plantas de los pies. Sin embargo, parece que no existe una causa concreta para este tipo de hiperhidrosis, aunque puede que tenga un componente hereditario.

Por otro lado, la hiperhidrosis secundaria suele darse como un tipo de sudoración excesiva que aparece a partir de otra patología. Aunque es poco frecuente, lo habitual es que este tipo de sudoración provoque sudoración en todo el cuerpo. Este tipo de hiperhidrosis puede aparecer por alguno de los siguientes trastornos:

  • Sofocos en la menopausia.
  • Diabetes.
  • Nivel bajo de azúcar en sangre.
  • Problemas en las glándulas tiroideas.
  • Algunos tipos de cáncer.
  • Infecciones.
  • Trastorno del sistema nervioso.

¿Qué hacer cuando se produce esta sudoración excesiva en invierno?

La sudoración excesiva puede llegar a ser muy molesta, especialmente en invierno. Para tratar de evitarla, podemos seguir ciertos consejos:

  • Vestirse por capas. Las personas que padecen sudoración excesiva pueden tratar de evitarla poniéndose capas de abrigo que puedan ir retirándose progresivamente cuando empiece a producirse la sudoración. Además, es clave no llevar la ropa muy ajustada, pues esto puede dificultar la transpiración.
  • Cuidar la vestimenta. Por lo general, quien sufre de hiperhidrosis debería elegir cuidadosamente la vestimenta que utiliza. Una gran opción puede ser elegir las prendas con tejidos naturales que permitan una correcta transpiración, como el algodón.
  • Extremar la higiene. Aunque las duchas frecuentes suelen asociarse a la sensación de calor, lo cierto es que normalmente las personas con hiperhidrosis deben mantener una higiene muy frecuente, incluso duchándose varias veces al día y utilizando los productos adecuados para controlar el exceso de sudoración.

Como ves, aunque la sudoración excesiva en invierno puede llegar a ser muy molesta, lo cierto es que tiene solución. ¡Consulta con tu dermatólogo y recuerda utilizar ropa transpirable, también a la hora de dormir, para evitar la sudoración por la noche!