Las pesadillas también atacan al descanso de los adultos

May 22, 2020 | TERRORES NOCTURNOS, TRASTORNOS DEL SUEÑO

Normalmente las asociamos a la infancia, pero las pesadillas también afectan a los adultos. Si buscamos su definición, encontramos que las pesadillas son una especie de sueño de carácter terrorífico o perturbador que juega con los peores sentimientos de las personas: sus miedos, sus inseguridades, pensamientos negativos, ansiedades… Es por ello que no solo tiene porque afectar a los niños, sino que pueden entrar en escena en cualquier momento de nuestras vidas.

Si bien no se conoce aún la causa exacta de su aparición, sí es bien sabido que las pesadillas ocurren durante la fase del sueño conocida como Movimiento ocular rápido. Y aunque la medicina y la psicología siguen trabajando sobre el tema (por ejemplo, el trastorno de pesadillas es conocido como parasomnia), al menos podemos establecer una serie de causas que pueden provocar estos sueños indeseables que modifican nuestro estado de ánimo y empeoran la calidad de nuestro descanso.

Algunos de los motivos por los que tenemos pesadillas en la adultez

Estrés y ansiedad

Un común denominador que, desgraciadamente, aparece sin parar cuando hablamos de la mala higiene del sueño también tiene su relevancia en la aparición de pesadillas. Viñetas tan cotidianas como mudanzas, rupturas, fallecimientos o problemas laborales son sinónimo de estos malos sueños.

Traumatismo

Siguiendo, de alguna manera, la estela anterior, tras accidentes, lesiones o traumas derivados de abusos sexuales o físicos suelen aparecer periodos graves de pesadillas. Un factor en común cuando hablamos de personas que padecen trastorno de estrés postraumático.

Depresión y enfermedades relacionadas con la salud mental

Los problemas de índole psicológico están asociados con la aparición de las pesadillas. Pero además de ellos, enfermedades graves y problemas físicos como pueden ser el cáncer, provocan estos malos sueños de manera recurrente.

Películas de terror

Aunque lo asociamos con la infancia, los adultos también podemos tener pesadillas después del visionado de un film cuyo género sea el terror. Lo mismo ocurre con series, libros o incluso programas de televisión como reportajes o documentales. El miedo es libre y democrático.

Consumo de drogas y alcohol

El abuso de drogas de índole recreativo (y su posible abstinencia) siempre han sido sinónimo de pesadillas.

Medicamentos

El consumo de antidepresivos, betabloqueantes y medicamentos asociados a enfermedades como el Parkinson o la presión arterial pueden provocar la aparición de pesadillas durante el descanso.

Mala higiene del sueño

Insomnio, cambios horarios, jet-lag, turnos laborales… Cuando nuestro sueño es irregular, escaso y poco constante, favorece la aparición de pesadillas.

¿Podemos hacer algo para evitar su aparición?

Por regla general, y sobre todo si hablamos de adultos, no es necesario ningún tipo de tratamiento para evitar la aparición de pesadillas. Sin embargo, la excesiva reiteración, los sueños recurrentes que originan angustia y desembocan en mal rendimiento laboral, pueden llegar a necesitar algún tipo de tratamiento. Si el control del estrés, el establecimiento de una rutina regular y relajante antes de irte a dormir, la meditación, la práctica del deporte o la dieta sana no ofrecen soluciones, deberás de ir al médico.