En la variedad de almohadas está el acierto

Sep 30, 2020 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Como especialistas en el descanso, en Maxcolchon sabemos que ofrecer el mismo modelo de almohadas a todos nuestros clientes resultaría ilógico para ellos y para nosotros. Cada descanso, al igual que cada persona, es diferente y precisa de unas necesidades distintas. Por ello pensamos que en la variedad de almohadas está el acierto.

En este sentido, una almohada es probablemente el producto de descanso más personal. Así, a la hora de decantarnos por un tipo u otro, es importante tener en cuenta la altura, la firmeza, su composición, el grado de transpirabilidad y por supuesto nuestra posición al dormir.

Distintos tipos de almohadas

¿Sabías que cada almohada está diseñada para unas necesidades específicas? Te damos algunas características a tener en cuenta para que elijas entre tanta variedad de almohadas y modelos la que mejor se adapte a ti.

Almohadas de látex

Las almohadas de látex están indicadas sobre todo para aquellas personas que duermen boca arriba o de lado. Este material ofrece una acogida suave a nuestra cabeza y un buen apoyo a las cervicales del cuello.

Este tipo de almohadas está fabricado a partir de la savia que se extrae del árbol del caucho. Por ello resultan más naturales que otras almohadas fabricadas a partir de derivados sintéticos. No obstante, estas almohadas no están recomendadas para aquellas personas que padezcan algún tipo de alergia al látex.

Además, las almohadas de látex son antibacterianas y a prueba de moho. Aun así, siempre es aconsejable mantener ciertas precauciones y respetar las especificaciones del fabricante. También se recomienda utilizar una funda para proteger su núcleo y alargar así su vida útil.

almohadas viscoelásticas

Las almohadas viscoelásticas pueden ser muy útiles en aquellas personas que duermen hacia un lado. Esto se debe a que favorecen una alineación correcta de la columna y una buena curvatura del cuello mientras se descansa.

 Además, estas almohadas están fabricadas a partir de espuma de poliuretano, un material que se adapta a la forma exacta del peso que aguante en cuestión, en este caso la cabeza. La propiedad más característica que ofrece la viscoelástica es que el material recupera su forma original lentamente, por efecto de memoria. Lo ideal es encontrar la combinación perfecta entre ambas entre firmeza y transpiración para un óptimo descanso.

Por último, es importante no lavar nunca una almohada viscoelástica por tratarse de un material difícil de secar y porque sus propiedades se podrían ver perjudicadas fácilmente. Además, podrían acumularse bacterias en su interior, a causa de un mal secado.

Almohadas de microfibra y fibra

La suavidad y la flexibilidad son dos de las características principales de estas almohadas. Además, al estar fabricadas con un relleno suave de microfibras de poliéster se asemejan al tacto del plumón. Con su uso también evitaremos cualquier posibilidad de reacción alérgica.

Podemos encontrar estas almohadas en distintas alturas y grados de esponjosidad y firmeza. La finalidad es que cada persona escoja la que más se adapte a sus preferencias y descanso. A todo ello, es importante esponjarla a mano periódicamente para evitar que se generen puntos huecos y mantener una esponjosidad homogénea en la almohada.

 ¿Por qué es tan personal una almohada?

Seguro que alguna vez al dormir fuera de casa has echado en falta tu almohada. Debido a la costumbre, solemos descansar de forma más placentera cuando estamos en nuestra casa y nuestra cama.

Por otro lado, los especialistas en descanso recomiendan no compartir almohada cuando se duerme en pareja. Cada uno debe elegir la almohada que mejor se adapte a sus preferencias y necesidades. No se trata únicamente de una cuestión de gustos: compartir almohada puede repercutir en nuestra salud, ya que cada almohada acumula un ecosistema de bacterias distinto. Cada persona favorece la proliferación de diferentes bacterias, hongos y ácaros, ya que estos microorganismos pueden cambiar en cada tipo de piel, sudor y grasa cutánea.

Es importante que nuestra almohada esté en buen estado y no supere más de 2 años de uso diario. Tras este periodo de tiempo los cojines van perdiendo su vida útil y las prestaciones con las que fueron diseñados.

Para finalizar un consejo, para que nuestras almohadas mantengan sus propiedades es protegerlas con una funda protectora que evite la proliferación de bacterias y el desgaste diario. También es recomendable airearla y darle la vuelta a menudo. Y tú, ¿cuánto tiempo hace que no cambias de almohada?