Almohada para el dolor cervical: Cómo elegir la mejor

Feb 1, 2024 | DORMITORIO, PROBLEMAS FISICOS, PRODUCTOS | 0 Comentarios

La almohada puede llegar a ser un complemento tan clave como el colchón para disfrutar de un buen descanso. Pero este objeto se torna todavía más importante para aquellas personas que padecen de problemas cervicales. Y es que las almohadas pueden ayudarnos a corregir nuestros problemas físicos e incluso a prevenir futuros dolores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aquellas personas que sufren de las cervicales necesitan un modelo con una forma ergonómica y diseñada específicamente para nuestro descanso cervical.

Es por ello que se crearon las almohadas cervicales: para encargarse de evitar, o al menos paliar, aquellos dolores de cuello que acechan a algunas personas. Y es que el dolor en esa zona del cuerpo puede ser consecuencia de muchas vivencias diarias como el estrés, la tensión, malos hábitos posturales… y lo peor es que suele hacerse más grave con la edad.

¿Qué es el dolor de cervicales?

El dolor cervical, conocido también como cervicalgia, abarca una molestia localizada en la región del cuello. Esta zona corresponde a la sección superior de la columna vertebral, compuesta por un conjunto de siete vértebras, ubicadas entre la cabeza y la parte superior de la columna torácica.

Respecto a las causas de este malestar, encontramos que pueden derivar de diversas fuentes. Desde anomalías en tejidos blandos, músculos, ligamentos, discos y nervios, hasta problemas en las propias vértebras y sus articulaciones. Y entre los motivos más frecuentes, también se encuentran todas esas lesiones provocadas por traumas o, en su defecto, por un deterioro progresivo.

También es importante explicar que existen tres afecciones principales relacionadas con el dolor cervical.

En primer lugar, la cervicalgia. Esta afección provoca cambios degenerativos cervicales que, a su vez, pueden implicar el desgaste del disco y alteraciones en la estabilidad cervical.

La braquialgia, por su parte, se refiere al dolor en el brazo que se propaga en función de la red nerviosa, mientras que la cervicobraquialgia, la tercera de las afecciones, junta el dolor en el brazo y en la columna cervical.

Los síntomas asociados con el dolor cervical incluyen desde dolores locales en el cuello hasta molestias que se extienden hacia uno o ambos brazos. Además, puede generar compresiones en la médula, con manifestaciones de diversa gravedad. La cefalea, o dolor de cabeza, sería otro de los síntomas más comunes relacionados con este problema.

Dolor de cervicales y sueño

Normalmente, aquellas personas que padecen dolor de cuello poseen un nudo o simplemente rigidez muscular. Ello puede incluso llegar a provocar dolor de cabeza, dada la mala circulación de la sangre que se produce cuando se dan los nudos musculares.

El dolor cervical puede ser la consecuencia de malos hábitos posturales en nuestro día a día, una mala postura a la hora de dormir o un mal apoyo. El caso es que esta molestia suele interferir en la calidad de vida de aquellas personas que la sufren y puede desembocar en problemas de salud.

Cómo elegir una almohada para el dolor de cervicales

Para aliviar el dolor de cuello que pueda producirse por malos hábitos posturales durante la noche, lo mejor que podemos hacer es adquirir una almohada cervical para mejorar nuestro descanso y nuestra salud cervical. Y por supuesto, será importante dormir boca arriba sobre esta almohada, de manera que la espalda quede totalmente descansada, y con ello la columna, eliminando la rigidez del propio cuerpo.

Cuidarse de la cabeza a los pies es necesario para nuestro día a día, y nada más importante que hacerlo durante el descanso. Elegir la almohada adecuada para cuidar las cervicales es el primer paso para tener una rutina sana. Si pretendes adquirir una pero no tienes claro cuál es la tuya, te recomendamos que te acerques a una de nuestras tiendas y pruebes cuál es la que mejor se adapta a tu cabeza y tus cervicales.

Una almohada cervical se caracteriza por su curvatura en la parte central. Tiene un desnivel aproximado de 2,5 centímetros entre la parte alta y la parte más baja, creado con ergonomía para ser un soporte adecuado al cuello y prevenir molestias. Con esta curvatura se pretende evitar posturas forzadas para que las cervicales cuenten con un reposo adecuado.

Otro rasgo importante es el material principal que la compone. Por ejemplo, en el catálogo de Maxcolchon encontrarás versiones de almohadas cervicales cuya composición apuesta por variantes de la viscoelástica. Es decir, se adaptan a la forma del cuello con precisión, eliminando la presión y haciendo olvidar las dolencias cervicales.

Qué tener en cuenta al comprar una almohada para el dolor de cervicales

Al elegir una almohada cervical, debemos explorar diversos aspectos para así asegurar nuestra perfecta adaptación.

En primer lugar, el tamaño. Y es que la almohada debe ajustarse perfectamente al cuello y la cabeza para evitar molestias durante el sueño. En Maxcolchon recomendamos probar diversas opciones en cualquiera de nuestras tiendas físicas para garantizar esta adaptabilidad.

Tras el tamaño, deberemos apostar por un material de fabricación. Ya sea la espuma viscoelástica o el látex, estas dos alternativas ofrecen beneficios distintos. Desde durabilidad y adaptabilidad a propiedades higiénicas y antiácaros. La elección del material dependerá de las preferencias individuales.

La posición de sueño también influye en la selección. Las almohadas cervicales están diseñadas para alinear los tendones del cuello según la postura al dormir. Algunas son ideales para dormir boca arriba, mientras que otras se adaptan mejor a quienes prefieren dormir de lado. De la misma manera, la firmeza del colchón es un factor determinante, ya que influye en el apoyo que se necesita de la almohada. Se debe elegir una que complemente la firmeza del colchón para garantizar el confort.

Qué tipos de almohadas son las mejores para el dolor de cervicales

A la hora de elegir una almohada para combatir el dolor de cuello, la clave reside en encontrar aquella que ofrezca el apoyo necesario para mantener una alineación neutral del cuello y la columna. Las almohadas cervicales, diseñadas ergonómicamente para adaptarse a la estructura del cuerpo, brindan un soporte específico para el cuello y aseguran la postura adecuada de la columna vertebral. A diferencia de las almohadas convencionales, estas almohadas ortopédicas para el dolor cervical están especialmente elaboradas para brindar el soporte esencial que el cuello requiere.

Al cambiar de una almohada común a una almohada cervical, es posible experimentar sensaciones diferentes al inicio. Para facilitar la transición, se recomienda su uso por períodos cortos durante el día. Por ejemplo, mientras descansas en un sillón reclinable. Esto permite que te adaptes gradualmente a la nueva almohada y a sus beneficios para mantener el cuello en una posición más alineada y cómoda.

Tipos de almohada para el dolor de cervicales según la posición al dormir

Dependiendo de en qué postura nos guste dormir (o tendamos a hacerlo), existe un tipo de almohada para el dolor cervical más adaptada a cada uno de nosotros.

Dormir de lado es una posición común, y en este caso, la almohada cervical debe asegurar que la cabeza y el cuello se alineen con la columna vertebral, manteniendo una línea recta desde la cabeza hasta la base de la espalda. Esta alineación contribuye a reducir las molestias musculares y los dolores en el cuello y la espalda, preservando la curvatura natural de la columna cervical.

Para aquellos que prefieren dormir boca arriba, la almohada cervical debe brindar soporte completo a la cabeza, mientras los hombros descansan en el colchón. Este posicionamiento asegura la alineación adecuada de la cabeza, el cuello y la columna vertebral, considerando también el tamaño y altura para una elección óptima.

La selección de almohadas se adapta a cada posición. Por eso, para aquellos que duermen boca arriba, las almohadas que se ajustan al cuello como las confeccionadas a raíz de material viscoelástico, son las mejores que pueden encontrar.

En cuanto a aquellas personas que duermen de lado, las almohadas firmes y altas, ubicadas debajo del cuello, mantienen la columna alineada. En contraste, las personas que prefieren dormir boca abajo pueden optar por almohadas delgadas o prescindir de ellas para minimizar la tensión en la espalda. Además, se recomienda el uso de almohadas especiales entre las piernas para mantener la alineación de la columna, dependiendo de la postura de descanso.

En conclusión, la elección de la almohada adecuada según la posición al dormir será fundamental para garantizar un sueño cómodo y reducir las tensiones en la zona cervical y la espalda.

Cómo de dura debe ser una almohada para el dolor de cervicales

En la búsqueda de esa noche de descanso reparador y libre de tensiones cervicales, la firmeza de tu almohada se convierte en un factor primigenio. Y es que, dependiendo de si es más dura o blanda, nuestro cuello experimentará un mejor descanso o no.

Como hemos visto en el punto anterior, dependiendo de la postura en la que duermas de forma habitual, tendrás que escoger entre una almohada cervical más dura o menos blanda.

Para quienes duermen de lado, se recomienda una almohada de firmeza alta, equilibrada con la amplitud de los hombros. Esto asegura un soporte adecuado que acompaña la estructura del cuerpo en esta posición.

Por otro lado, aquellos que prefieren dormir boca arriba suelen encontrar más cómodas las almohadas de firmeza media, que se adaptan a la curva natural del cuello, brindando un soporte confortable.

En el caso de los durmientes boca abajo, la sugerencia es utilizar almohadas de baja firmeza, casi planas, para evitar que el cuello adopte posturas forzadas y poco naturales durante el sueño.

Qué materiales son mejores para el dolor de cervicales

En los tres materiales principales en la composición de las almohadas cervicales, encontramos diversas prestaciones y características que se adaptarán a cada tipo de durmiente.

Almohada cervical de viscoelástica

La viscoelástica, incluyendo la moldeada con gel, ofrece adaptabilidad inmediata y frescor continuo. Con una densidad de 45 kg, esta versión suele brindar un soporte más adaptable, reduciendo la retención de calor y ajustándose a la presión y temperatura corporal. Su diseño firme, contrasta la suavidad para proporcionar seguridad y comodidad durante el descanso.

Almohada cervical de látex

Con un núcleo 100% de látex, las almohadas cervicales compuestas por látex ofrecen adaptabilidad, flexibilidad y transpirabilidad. Su estructura alveolar permite la circulación de aire, manteniendo una firmeza intermedia y adaptándose al hueco cervical para mantener la curva natural de la columna en la zona cervical.

Almohada cervical de fibra

Las almohadas de fibra son suaves, resistentes y lavables. Aunque ofrecen buena adaptabilidad, pueden deformarse con el uso continuado a largo plazo. Su firmeza suave las hace adecuadas para quienes duermen boca abajo, manteniendo la frescura durante la noche.

Cuál es la mejor posición para dormir con dolor de cervicales

Enfrentarse al descanso con dolor cervical nunca es agradable cuando lo que pretendemos es disfrutar de una buena noche de sueño. Afortunadamente, existen algunas posturas para dormir que pueden aliviar o, como mínimo, mermar estas molestias.

Por ejemplo, y aunque te parezca extraño, la clásica posición fetal. Es decir, la que consiste en acostarse de lado con las piernas y brazos semiflexionados, manteniendo la espalda recta y apoyando una rodilla sobre la otra. Esta posición facilita una correcta respiración, por lo que contribuye a liberar la tensión de los músculos y la columna, disminuyendo la presión en el área cervical.

La opción de acostarse boca arriba con una almohada baja bajo la cabeza y otra entre las rodillas puede mantener la curvatura natural de la columna cervical, reduciendo la presión en esta área. De todas formas, se debe tener precaución, ya que esta postura puede ejercer tensión en otras regiones de la columna.

Por último, acostarse de lado con una almohada ligeramente más alta bajo la cabeza y otra colocada entre las rodillas puede ser beneficiosa para algunas personas. Esta posición ayuda a alinear la columna y a reducir la presión en la zona cervical, ofreciendo cierto alivio durante el descanso.

Como siempre decimos en Maxcolchon, es importante recordar que estas recomendaciones son generales y podrían variar según las necesidades individuales.

Consejos para dormir con dolor de cervicales

Los siguientes consejos de Maxcolchon pueden mejorar tu calidad de sueño y reducir el malestar cervical. Sin embargo, lo más adecuado cuando los problemas físicos persisten es acudir a un profesional médico para recibir la mejor orientación y cuidados.

Comprueba tu posición al dormir

Verifica tu postura al dormir. Por ejemplo, acostándote boca arriba con una almohada baja bajo la cabeza y otra debajo de las rodillas, o de lado con una almohada un poco más alta y otra entre las rodillas. Estas posiciones pueden ayudar a mantener la curvatura natural de la columna cervical y disminuir la presión en esta área.

Encuentra la forma de almohada adecuada

Apuesta por una almohada que se ajuste a tu postura al dormir. Es decir, opta por almohadas cervicales especialmente diseñadas para mitigar el dolor cervical, con perfiles bajos que reduzcan la presión en la zona afectada.

Añade más almohadas si fuese necesario

Si es necesario porque sientes que necesitas mayor soporte, añade más almohadas. Y es que, en ocasiones, colocar una almohada adicional entre las rodillas o para mantener la posición adecuada puede mejorar la comodidad y reducir la presión en el cuello.

Comprueba los materiales de la almohada

Es importante conocer los diferentes materiales y composición de tu almohada cervical. Por ello, asegúrate de que sean cómodos y que se ajusten a tus necesidades. Aquí, entrarán los principales materiales del catálogo de Maxcolchon: viscoelástica o látex.

Comprueba la altura de la almohada

Es importante asegurar la altura de la almohada para que esta sea adecuada respecto a tu postura al dormir. Lo único que puede provocar una altura incorrecta es más tensión en el cuello. Por ello, si es necesario, ajusta la altura o el grosor de la almohada.

Reemplazarla si fuera necesario

Si tu almohada actual ya no proporciona el soporte adecuado o está desgastada, ha llegado el momento de sustituirla. Un cambio por un nuevo modelo más evolucionado y moderno puede mejorar considerablemente tu comodidad al dormir y reducir la presión en el cuello.