Dormir en verano: Las claves para conciliar el sueño
Con la llegada del calor, estiramos los días para apurar los baños en la piscina o en la playa. Pero después de eso, ¿qué? ¿Cómo dormir en verano sin derretirse en el intento? En Maxcolchon hemos recopilado una serie de claves y consejos que facilitarán la conciliación del sueño, a pesar de que ahí afuera los termómetros marquen los 25 grados a las tres de la madrugada.
El descanso más fresco comienza por tu equipo de descanso: así debe ser tu cama estival
Siempre decimos que el colchón es algo así como el eje central de nuestro descanso. Un elemento que bien rodeado puede llegar a suponer un cambio en tu vida. Y es que nada mejor que dormir plácidamente cada noche para mejorar la salud y hasta el estado de ánimo.
Si contar con un gran equipo de descanso es necesario en el día a día, imagínate en verano con esas largas y calurosas noches. Vueltas y vueltas en la cama, a la búsqueda del único reducto fresco y que aún no hemos sudado. Para vencer esta estampa tan estival, el primer paso ha de ser la adquisición de un colchón que permita la libre circulación del aire. Una evacuación de la humedad que repercuta en el durmiente.
En el laboratorio de Maxcolchon tuvimos en cuenta esta premisa cuando aplicamos tecnologías como Thermocool y el tejido Ice-Feel a algunos de nuestros colchones viscoelásticos con gel. Analizando esta última prestación, hablamos de un tipo de tejido que garantiza el efecto frío. Es decir, libera el frescor necesario en el durmiente, favoreciendo también la circulación sanguínea.
Y como hay vida (y descanso) más allá de los colchones viscoelásticos, en nuestro catálogo encontrarás también ejemplares fabricados con látex natural o, aún más frescos, aquellos con muelles ensacados.
Además de apostar por los ya mencionados colchones con alto nivel de transpirabilidad, la misma cualidad hemos de aplicársela a las almohadas. Es por ello que en nuestra exposición hallarás modelos transpirables fabricados con viscoelástica o fibras que cuentan también con la tecnología Ice-Feel.
Tras la elección del colchón y la almohada, toca guardar en tu canapé abatible todas esas mantas nórdicos y edredones. Y sustituir las sábanas de fibras sintéticas por aquellos modelos confeccionados con algodón o seda. No hay mejor manera de completar nuestro equipo de descanso estival que con sábanas transpirables, frescas y de tacto suave. Y respecto a los pijamas, te aconsejamos la misma clave.
Las otras claves para dormir en verano
1. No abuses de las cenas copiosas
En verano disfrutamos de más tiempo libre, algo que nos permite socializar en mayor grado y compartir momentos especiales con amigos, familiares y otros seres queridos. Esto nos lleva a comer fuera, porque no hay nada mejor que una noche veraniega cenando en una terraza. Sin embargo, estas situaciones tan idílicas encierran consecuencias en forma de vueltas y vueltas en la cama. Una mala digestión aumentará tu temperatura corporal, algo que no necesitamos cuando los termómetros ya superan los 20 grados por la noche.
2. Mantén una dieta sana, ligera y equilibrada
Frutas, verduras, lácteos, muchas ensaladas y gazpachos refrescantes. Si a eso le sumamos una buena parrillada de pescado azul de vez en cuando, encontremos en estos alimentos los mejores aliados de nuestro descanso veraniego.
3. Bebe mucha agua durante el día
La hidratación es parte fundamental de la regulación de nuestra temperatura corporal. Las altas temperaturas veraniegas y la exposición directa al sol pueden provocar desde un golpe de calor a una ausencia flagrante de hidratación. Por tanto, te aconsejamos que bebas mucha agua que te ayude a refrescarte. Si es necesario, llévate una botella por la noche a la habitación para que no tengas que levantarte e ir hasta la cocina.
4. Airea tu dormitorio (y no abuses del aire acondicionado)
A ver cómo explicamos esto sin caer en la contradicción. Aunque pueda parecer el mejor amigo estival, el uso indiscriminado del aire acondicionado puede conllevar una serie de desventajas que acaben afectando nuestra salud. ¿O cuántas veces has acabado con la garganta reseca y resfriado por culpa de estos aparatos? Lo ideal es complementar los ratitos que sí podemos utilizar el aire acondicionado con el hecho de airear toda la casa. Eso sí, no abras las ventanas en las horas más calurosas del día.
5. Dúchate antes de acostarte
No hay nada mejor para paliar el calor que un buen remojón nocturno. Y aunque no tengas a mano una piscina o vivas a cinco minutos de la playa, te bastará con una ducha de agua templada para equilibrar la temperatura corporal, algo que te ayudará a conciliar el sueño.
6. Dormir solo
El amor todo lo puede y derriba barreras. Incluso cuando te acercas a tu pareja y le dices: “¿Puedo irme a dormir a la otra habitación para que ambos estemos más fresquitos por la noche?”.
7. Huye de los dispositivos electrónicos
Ya tenemos nuestro equipo de descanso cuyo protagonista es un colchón transpirable, hemos cenado algo ligero, nos hemos dado una ducha e incluso estamos en la habitación menos calurosa de toda la casa. De nada servirían todos los consejos anteriores si en el dormitorio tenemos la televisión, un ordenador, la Tablet, el teléfono móvil y el aire acondicionado encendidos. Y ya no solo porque la luz de estos dispositivos afecta el descanso, sino también por el calor que irradian.
