Cómo elegir el colchón perfecto para cada miembro de la familia
No todo el mundo tiene las mismas necesidades en lo que respecta a las horas de descanso. De hecho, dependiendo de nuestra edad, muy probablemente nuestras necesidades serán unas u otras a la hora de dormir, y lo mismo ocurre a la hora de elegir el colchón perfecto para cada miembro de la familia.
Dado que el colchón es algo que probablemente nos acompañará durante muchos años, elegirlo bien es importante. Dependiendo de nuestras necesidades, nuestros gustos y de nuestra edad, el mejor colchón para nosotros será uno u otro.
Por eso, en Maxcolchon hemos creado un colchón para cada miembro de la familia. Y es que, igual que no todos usamos la misma ropa, tampoco deberíamos usar el mismo tipo de colchones sin importar nuestra edad, nuestro peso y nuestras necesidades en el descanso.
¿Cómo elegir el colchón perfecto para cada miembro de la familia?
Son muchos los factores que podemos tener en cuenta a la hora de elegir el colchón perfecto para cada miembro de la familia. No es lo mismo elegir un colchón para los papás (cada uno con sus propias necesidades y requerimientos), que elegirlo para los niños o para los más mayores.
El espacio físico que ocupamos es diferente para cada uno, así como los niveles de adaptabilidad, firmeza y transpirabilidad que necesitamos en cada caso. Veamos, según de quién se trate, qué tipo de colchón necesitará empezando por los más pequeños y acabando por los más mayores de la familia.
Los más pequeños de la casa: los bebés
Cuando nacen, los bebés no suelen tener un ciclo del sueño definido. Duermen una media de 16 horas, y sus hábito en el descanso van cambiando. Cuando llegan a los tres primeros años de vida, lo normal es que duerman unas 12 horas al día, y entre los cuatro y cinco años suelen necesitar algo menos, unas 11 horas de sueño al día. Aproximadamente cuando cumplen los seis años las necesidades en su descanso pueden ir disminuyendo aproximadamente una hora al año.
Para un bebé, es necesario contar con un colchón de cuna que permita tener su seguridad y su confort cubiertos. Así, los bebés necesitan colchones con una firmeza alta que no se hunda con su peso, y que, por supuesto, no presente ningún tipo de hundimientos en ninguna de sus partes.
Además, un colchón para bebés debe ser lo suficientemente transpirable, permitiendo que la circulación del aire esté presente en todo momento en el entorno del pequeño y asegurándonos de que, si se produce algún accidente húmedo, la humedad se evacúe más fácilmente.
Niños y adolescentes
Durante la infancia y la adolescencia, se produce una gran cantidad de movimiento físico y de aprendizaje continuo que hacen que descansar adecuadamente sea algo clave en estas edades. Los niños necesitan dormir hasta 9-10 horas al día, y los adolescentes pueden dormir hasta 9. Por eso, el colchón en el que descansen debe contar con ciertas características que lo hagan apto para el descanso infantil y adolescente.
Una de estas características principales es la firmeza. Es gracias a ella que los niños y adolescentes pueden descansar la espalda como se debe, manteniéndola bien alineada durante toda la noche y evitando posibles presiones. En este caso, sería necesario que el colchón contase con una firmeza intermedia-alta.
Además, los niños y adolescentes deberían contar con una cama adaptable y cómoda, que les permitiese dibujar su silueta correctamente. Un buen material para estos casos es la viscoelástica.
Por otro lado, puede resultar interesante que el colchón cuente con un tratamiento anti-bacteriano que impida la proliferación de bacterias y otros agentes patógenos. Esto puede resultar muy útil sobre todo en esos niños que sufren de alergias.
Jóvenes y adultos
Los jóvenes y adultos también tenemos nuestras propias necesidades en el descanso. Nuestro descanso debería ocupar, como bien sabrás, entre 7 y 8 horas al día. Y nuestras necesidades, aunque pueden ser particulares de cada uno, también pasan por colchones que posean una buena firmeza, adaptabilidad y transpirabilidad.
En el caso de la firmeza, o eso que conocemos como el colchón “más duro” o “más blando”, todo depende de cada uno: de sus gustos personales y de su peso. Las personas con mayor corpulencia necesitarán de una firmeza más alta, que asegure que su peso es bien soportado por el colchón. Las personas menos corpulentas pueden buscar colchones menos firmes, dado que no necesitan que el colchón soporte tanto peso.
En cuanto a la adaptabilidad que necesita cada uno, también suele resultar algo personal. Hay quien busca que el colchón se adapte totalmente a su figura, como lo hacen los colchones viscoelásticos, y quien no considera esto una prioridad.
La cuestión de la transpirabilidad resulta clave para la higiene, dado que permite que a través del colchón circule el aire. Además, este factor resulta muy importante sobre todo para las personas más calurosas: estas suelen necesitar que se produzca una circulación de aire constante, e incluso puede ser necesario para ellas que el colchón cuente con algún tejido o tratamiento que lo haga más fresquito. Es cuestión de gustos y necesidades propias.
El colchón perfecto en la tercera edad
Conforme nos vamos haciendo mayores, nuestras horas de descanso van disminuyendo y hay quien no duerme más de seis horas por la noche. En estas edades, el colchón puede marcar la diferencia entre dormir bien y no tan bien.
Tal y como ocurre en el caso de los adultos y los jóvenes, las necesidades en el colchón durante estas edades también dependen en gran medida de las necesidades personales, así como de la corpulencia de cada uno. Como ocurre en nuestro caso, de tratarse de una persona mayor corpulenta, sería clave que el colchón contase con una firmeza alta. Por lo demás, ¡cuestión de gustos! Aunque, como dicen por ahí, cuanto más, mejor…
La familia es lo más importante de la vida, por eso conviene cuidarla, y a cada uno de sus miembros en particular. En Maxcolchon sabemos qué es lo que necesita cada miembro de la familia, y tenemos un colchón perfecto para cada caso. ¡Ven a vernos y compruébalo por ti mismo!